Un vuelo especial de Aerolíneas Argentinas ha aterrizado en el aeropuerto de Sheremétievo de Moscú el pasado 15 de enero para recoger el segundo lote de 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V y llevarla a Argentina. El avión permaneció en el aeropuerto durante unas cuatro horas, según el plan previsto, y voló de vuelta a Buenos Aires antes de la medianoche, donde ha aterrizado el sábado.
La aerolínea ha participado en el transporte de vacunas como parte de la “Operación Moscú” desarrollada junto con el gobierno argentino. Esta vez hubo 10 pilotos a bordo, es decir, cinco tripulaciones compuestas por un comandante y un copiloto. Otras diez personas que se encontraban a bordo fueron administradores y personal técnico. El vuelo directo de Buenos Aires a Moscú duró 15 horas y 28 minutos, mientras que el vuelo de regreso duró unas 18 horas.
“En total, toda la logística tardará 40 horas entre la salida, el tiempo de carga y las 18 horas que tardará el avión en regresar al país - el vuelo directo más largo de la historia de una compañía sin aterrizajes intermedios”, dijo el jefe de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani.
El directivo también señaló que la tripulación y el resto del personal “vivirán dentro del avión” durante todo el tiempo, sin poder salir de él. Por lo tanto, para su comodidad, se les ha proporcionado todo lo que necesitan para la duración del vuelo.
El 24 de diciembre del año pasado se entregó el primer lote (300.000 dosis) de la vacuna rusa Sputnik V a Argentina. La campaña de vacunación comenzó el 29 de diciembre del mismo mes. Según el Ministerio de Salud del país, casi 167.000 personas ya han sido vacunadas con la vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya.
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