El Consorcio Kaláshnikov ha presentado el Haska-10, un nuevo aerodeslizador multifunción creado para desplegar tropas y equipos de asalto anfibio en los lugares más remotos del mundo.
El vehículo se mostró a finales de agosto en la feria de armas Armiya-2020, en las afueras de Moscú.
¿Qué es el Haska-10?
El Haska-10 es un nuevo aerodeslizador multifunción diseñado para satisfacer las necesidades de transporte de militares, así como de servicios de rescate y civiles.
Capaz de transportar hasta diez toneladas de carga, puede acomodar fácilmente a bordo vehículos KamAZ o s blindados ligeros de clase Tigre. El buque tiene 21 m de largo, 12,5 m de ancho y casi 7,5 m de alto; su desplazamiento es de 35,7 toneladas.
La embarcación está propulsada por dos motores de 800 caballos de potencia, lo que permite al Haska-10 moverse en aguas abiertas a una velocidad de 40 nudos náuticos (más de 70 km/h). El barco requiere una tripulación de sólo tres personas, y el la capacidad de reabastecimiento de combustible es de hasta 400 millas de distancia (casi 750 km).
Perspectivas de futuro
Como declaró el director general de Kaláshnikov, Dmitri Tarasov, delegaciones de la India, Vietnam y Kazajstán ya están interesadas en el proyecto. Además, la empresa está segura de que el vehículo encontrará su papel en el desarrollo del Ártico y las regiones remotas de Siberia y el Lejano Oriente ruso.
En opinión del analista militar Dmitri Safónov, el futuro del Haska-10 depende en gran medida de los pedidos del Ministerio de Defensa y del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia, ya que en el sector privado sólo empresas de petróleo y gas pueden permitirse comprar buques de este tamaño.
“Actualmente hay alrededor de 3.000 aerodeslizadores en Rusia. Entregan mercancías a zonas alejadas del país, incluyendo el Ártico. El Haska-10 bien podría ser incluido en el programa de desarrollo de construcción de barcos hasta el 2030, y un cierto número podría ser adquirido por el ejército, los servicios de rescate y otras agencias gubernamentales”, dijo Safónov a Russia Beyond.
La flota de aerodeslizadores de Rusia necesita modernizarse, dice, y el Haska-10 encaja perfectamente en ello, ya que además del transporte de carga, es adecuado para fines militares, capaz de desplegar marines desde barcos de desembarco, junto con vehículos blindados ligeros.
Competencia extranjera
Según Safonov, el Haska-10 es el equivalente conceptual de los buques America's Landing Craft Air Cushion (LCAC), utilizados por la Armada de los EE UU para transportar tropas y equipo de un buque a la costa.
Sin embargo, el experto es reacio a hablar de los pros y los contras del Haska-10 en comparación con su homólogo estadounidense.
“Los americanos han estado usando LCAC en operaciones en el extranjero desde mediados de los 80, mientras que el Haska-10 se estrenó hace sólo una semana. Así que es demasiado pronto para hablar de despliegue de combate. En cuanto a sus ventajas, la velocidad máxima del Haska-10 de 40 nudos es un buen indicador. Sin embargo, el LCAC es varias veces más grande, se utiliza en portaaviones y puede transferir más tropas y equipo a la zona de combate de una sola vez”, explica Safónov.
Señala que las capacidades reales del Haska-10 se harán evidentes sólo después de un año de servicio activo, tanto militar como civil. Según fuentes abiertas, un LCAC cuesta entre 26 y 41 millones de dólares, dependiendo de la configuración. Kaláshnikov, mientras tanto, no ha revelado el precio del Haska-10, pero dado que todas las armas rusas de exportación se comercializan como “más baratas que las de la competencia”, podemos asumir que el nuevo aerodeslizador de Rusia se venderá por menos.
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