Se trata de una copia casi exacta de un bote blindado que, durante la guerra, se acercó varias veces a las orillas para atacar por sorpresa a los nazis. En su reconstrucción se han empleado alguno de los materiales y elementos del buque original.
El buque blindado BK-73, de la época de la Segunda Guerra Mundial, fue rescatado del fondo del estrecho de Kerch y restaurado. Y ahora, 77 años después, está visitando lugares de gloria militar, como en 1943, cuando participó en la liberación de Rostov del Don, informó Zvezda TV.
Durante la guerra, el BK-73 era un cañonero que, incluso en aguas poco profundas, podía acercarse a la costa para, por sorpresa y casi a quemarropa, disparar contra los nazis. Bajo el mando del teniente mayor Iván Zaporozhets la BK-73 participó en las batallas por Rostov del Don, Stalingrado y la península de Tamán.
Participó en la operación Novorosíisk-Tamán, operó en los mares Negro y Azov y emprendió su última batalla en noviembre de 1943 en Crimea. La tripulación transportó a un grupo de desembarco durante la operación de Kerch-Eltigen de las tropas del Frente del Cáucaso del Norte para la liberación de Kerch y Crimea. Mientras llevaba a cabo su misión, la barca impactó contra una mina, detonándola y causando la muerte de todos los embarcados.
“En el barco había una tripulación de 12 personas y 40 soldados”, dijo Alexánder Elkin, jefe de la organización pública regional de Crimea Centro de Entretenimiento Histórico y Cultural ‘Batería 29BIS’.
El buque blindado fue descubierto durante la construcción del puente de Crimea, partido en dos. El cuerpo del comandante al mando fue encontrado en el interior de su cabina blindada. Un grupo de entusiastas de la Sociedad de Historia Militar de Rusia y el Museo del Patrimonio investigaron el nombre del comandante de BK-73; resulta que se trataba del teniente mayor Iván Zaporozhets. Ahora están intentando localizar a sus familiares para darles información sobre este militar y enterrar los restos.
Siguiendo diagramas disponibles, el barco pudo ser reconstruido usando algunos fragmentos supervivientes recuperados del pecio. Su vuelta a la vida se llevó a cabo durante tres años en la planta de Togliatti, dirigida por el constructor naval profesional Alexánder Vladimirovich Yolkin
Ahora la BK-73 es un museo flotante. Pertenencias personales de la tripulación, armas y condecoraciones se encuentran en el interior de su casco. El ancla, el cañón de la ametralladora pesada DSHK e incluso la campana del barco original se pueden ver en la cubierta. Se le instaló un modelo de tamaño real de una torreta de tanque T-28, exactamente el mismo modelo que usó para combatir durante la Gran Guerra Patria.
Ahora, debido a la pandemia de coronavirus, el museo está temporalmente cerrado a los visitantes. Sin embargo, la BK-73 ha visitados lugares de importancia militar, luego regresó a Gelendzhik al lugar de su base permanente, donde vivió su última campaña en 1943.
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