¿Puede esta vieja vacuna soviética contra la tuberculosis curar el coronavirus?

Ciencia y Tecnología
EKATERINA SINÉLSCHIKOVA
Un grupo de científicos estadounidenses afirma que la vacunación generalizada contra la tuberculosis afecta a la tasa de mortalidad del Covid-19. Averiguamos qué tipo de vacuna es y cuáles son las posibilidades de que funcione.

En las últimas semanas varios medios y agencias de noticias internacionales como The New York Times, Reuters, Bloomberg y el Daily Mailentre otros, hablan de la posibilidad de que una vacuna muy común, que se usa en millones de niños en edad escolar podría también aumentar la cura del Covid-19. Se llama bacilo Calmette-Guérin, o simplemente - BCG. 

En Rusia esta vacuna es obligatoria para todos los niños entre tres y cinco años. ¿Puede ser que esto explique por qué ha habido tan pocos contagios en comparación con otros países, y con una población de 144,5 millones?

¿De dónde han salido los datos que relacionan la BCG con el coronavirus?

Se trata de una investigación del college estadounidense de osteopatía médica. El pasado 28 de marzo en la web MedRixiv apareció un adelanto de un artículo científico en el que se muestra la diferencia en las muertes por coronavirus entre los países que tienen una vacunación de BCG obligatoria y en las que no.

“Descubrimos que los países sin políticas universales de vacunación de BCG (Italia, Holanda, EE UU) se han visto más gravemente afectados en comparación con los países con políticas universales de BCG”, se dice en el artículo. La tasa de mortalidad en los países con vacunación obligatorio es 30 veces menos que en las que se usa desde hace menos tiempo. “También descubrimos que la vacunación con BCG también redujo el número de casos reportados de Covid-19 por país”

Según su versión esto es lo que explica la gran diferencia que hay entre Portugal y España. En España la mortalidad es más alta y el programa de vacunación obligatoria con BCG cesó en 1981. Mientras que en Portugal no se paró hasta 2017. Lo mismo ocurre en Alemania Oriental (antigua RDA con vacunación obligatoria), donde la tasa de mortalidad es menor que en Alemania Occidental.

¿En qué consiste la vacuna?

Se trata de la única vacuna certificada contra la tuberculosis. Cada año se administra a 130 millones de personas en todo el mundo. En 2018 había 153 países usándola. Los países desarrollados lo están haciendo en parte (para los niños en situación de riesgo) o no lo hacen en absoluto debido al bajo porcentaje de pacientes con tuberculosis. En EE UU y  Países Bajos, por ejemplo, nunca la han utilizado a escala masiva.

En el mundo hay alrededor de 10 millones de personas que contraen la tuberculosis cada año. Por eso sigue siendo obligatorio en países con alto riesgo de infección. Especialmente en Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica. Esta vacuna no garantiza una inmunidad absoluta, pero protege en un 60-80%.

¿Quién se la inventó? ¿Es cierto que se creó en la URSS?

La URSS fue el primer país en el que la vacuna era obligatoria para todo el mundo, pero no la inventaron en el país socialista sino en Francia, concretamente en el año 1919. Se hizo de la cepa de bacilo de tuberculosis de vaca viva debilitada por los científicos Albert Calmette y Kamel Heren. Sin embargo, su vacuna era líquida, se almacenó poco tiempo y apenas recibió reconocimiento público (en 1930, debido a un error, la vacuna mató a 72 de los 240 recién nacidos en la ciudad de Lübeck).

En 1925 Kalmet transfirió la vacuna a los científicos soviéticos para que la revisaran, y estos probaron su eficacia. En tres años fue aceptada por la Sociedad de Naciones.

¿La vacuna no solo ayuda a prevenir la tuberculosis?

Desde hace mucho tiempo se han realizado este tipo de estudios. En la actualidad se cree que el BCG tiene un efecto protector en el 20% de los casos contra la lepra. También se utiliza en la inmunoterapia para el cáncer de vejiga, y hasta 2015 se creía que la vacuna era eficaz contra la úlcera de Buruli.

¿Qué pasa con el Covid-19?

En marzo, una serie de  grupos en Australia, los Países Bajos, Alemania y Grecia determinarán aún más la eficacia y llevarán el estudio al siguiente nivel. Dicho esto, la eficacia del BCG contra el nuevo coronavirus ya se pone en duda. Hay un gran contraejemplo: China, donde la vacuna BCG es común, y eso no ha evitado que la pandemia golpeara severamente al país.

Además, no se sabe cuánto tiempo dura el BCG. Los estudios indican un período de 10 a 15 años antes de que empiece a perder su eficacia, y eso solo en casos de inoculación infantil. Los efectos en los adultos requerirían más estudios.

Los autores del presente estudio añaden asimismo que “los distintos países utilizan diferentes programas de vacunación con BCG, así como diferentes cepas de la bacteria”. Todavía tenemos que estudiar qué cepa utilizar para la infección actual.

¿Qué dicen los médicos rusos hoy?

La vacuna BCG puede considerarse como una de las formas de estimular el sistema inmunológico. Algo que ayuda en ciertas situaciones. “Sin embargo, para confirmarlo necesitamos ensayos clínicos”, dice Nikolái Korobov, médico-farmacéutico y profesor adjunto de la Facultad de Medicina Fundamental de la Universidad Estatal de Moscú.

En cualquier caso, nadie en Rusia está argumentando que la vacuna es un efectivo refuerzo inmunológico, ya que está bien documentado que esto ocurre. Sin embargo, la eficacia contra Covid-19 se enfrenta a duras críticas.

“Lo único que la tuberculosis y el coronavirus tienen en común es la forma en que se transmiten. El resto son fantasías”, dice Alexánder Panteléiev, especialista en tuberculosis de San Petersburgo y médico jefe de la clínica de tuberculosis de la ciudad. “La vacuna BCG tiene una vida corta, un máximo de diez años. Para ello tuvimos que repetir las inoculaciones. En un organismo adulto la vacuna simplemente no prospera. Así que decir que hemos creado alguna forma de inmunidad contra el coronavirus es simplemente una tontería. Además, son dos tipos de infecciones completamente diferentes, y cómo alguien podría descubrir un mecanismo de cruce entre ellas no está nada claro para mí”.

El vacunador Evgueni Timako también cree que, a falta de una pruebas, estos debates no aportan gran cosa: “Si hablamos de esta vacuna que protege contra el Covid-19, entonces deberíamos examinar los tipos de vacunas que el sujeto ha tenido en el pasado, así como, al menos, su lista de alergias. Por ahora, hay más preguntas que respuestas”.

Sin embargo, incluso teniendo en cuenta los tan esperados resultados de la prueba de BCG como la cura para el coronavirus, no deberíamos pensar que el despliegue será rápido. “La vacunación debe llevarse a cabo antes de que comience una epidemia. No creo que pueda tener un efecto en la actual pandemia. Para que el sistema inmunológico prospere, debe transcurrir un cierto período de tiempo después de recibir la vacuna. No es probable que haga nada ahora”, cree el inmunólogo Vladímir Bolibok.

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