El Ministerio de Salud de China ha incluido oficialmente el Arbidol (a base de umifenovir) en la lista de medicamentos contra el Covid-19. La medicina fue desarrollada en la Unión Soviética en 1974. En Rusia se utiliza para tratar la gripe y el resfriado común, es uno de los medicamentos más vendidos en el país y está disponible en cualquier farmacia.
¿Cura para el coronavirus?
No, la OMS no ha habido hecho ningún anuncio al respecto. Lo que ha sucedido es que el Arbidol ha sido incluido en la sexta (y última hasta la fecha) versión preliminar del plan para controlar la infección. Además, las versiones anteriores afirmaban que el tratamiento no tenía un efecto confirmado contra el coronavirus. Esta frase falta en el nuevo borrador.
Además del Arbidol, la lista de tratamientos incluye medicamentos que se utilizaron en anteriores brotes de infecciones como el SARS-CoV en 2003 y MERS-CoV en 2012. Concretamente se trata de ribavirina, lopinavir/ritonavir y medicamentos de interferón.
¿Es realmente el mismo Arbidol soviético?
Los medios rusos y de otros lugares del mundo dudaron en un primer momento y sospecharon que se trataba de un caso de fake news. El hecho es que el medicamento recomendado por el Ministerio de Salud chino se pronuncia “arbidol”, pero puede tener diferentes transliteraciones en la escritura latina, lo que dio lugar a confusión. Algunos fabricantes y medios de comunicación lo llaman “aribidol” o “abidol” (este último existe y es un anestésico de la India, mientras que las autoridades chinas se refieren específicamente a un tratamiento antiviral).
El portal en ruso The Bell pasó dos semanas investigando si el arbidol de la era soviética tenía algo que ver con el chino y resultó que sí. Entrevistó a varios expertos que lo confirmaron. Además, también se menciona en un foro de médicos chinos. En el periódico oficial del Partido Comunista de China se aclara que se trata del mismo agente antiviral desarrollado en la Unión Soviética.
¿Qué opinión hay en Rusia y el mundo sobre el Arbidol?
La situación es ambigua, lo cual resulta problemático. La OMS y la FDA estadounidense se negaron a reconocerlo como una cura contra la gripe, ya que afirman que en unas pruebas de laboratorio no se pudo confirmar su eficacia.
En Rusia, el Arbidol es muy popular. Está incluido en la lista oficial de medicamentos vitales, junto con la insulina para los diabéticos y los esteroides como la progesterona. En 2009 la entonces ministra de Salud y Desarrollo Social, Tatiana Gólikova lo recomendó contra la gripe porcina. Sin embargo, hay mucho escepticismo al respecto. El farmacéutico jefe de San Petersburgo, Alexander Khadzhidis, alude a la falta de pruebas respecto a las credenciales medicinales del Arbidol: “Ha sido objeto de una docena de estudios como máximo y difícilmente se puede decir que sean fidedignos”, dice.
Con el telón de fondo de la posible epidemia de Covid-19, Otisifarm, el productor ruso de Arbidol, lanzó una campaña publicitaria en la radio a finales de enero, afirmando que el fármaco era “eficaz incluso contra el coronavirus”. Como resultado, las ventas en Rusia subieron un 80%, pero hubo quejas en el Servicio Federal Antimonopolios (FAS). El FAS planea evaluar la veracidad del mensaje publicitario.
En enero la campaña también fue criticada en redes sociales, con usuarios rusos que afirmaban haber visto información falsa. Aparecieron fotos de farmacias en el Lejano Oriente de Rusia en las que se veía Arbidol escrito en chino y en alfabeto latino. La supuesta noticia hablaba de la retirada de la venta del fármaco.
Resultó que todos eran falsos. No hay ninguna señal en la foto original. Y si hay una conexión con el fabricante del Arbidol no está claro.
Entonces, ¿Rusia se está haciendo rica con el Arbidol?
No. La patente rusa de Arbidol expiró en 2007, lo que significa que cualquier fabricante puede ahora vender un medicamento genérico con el mismo ingrediente activo. En China hay seis grandes compañías farmacéuticas que han estado produciendo Arbidol desde 2010, mientras que en Rusia sigue a la venta en todas las farmacias.
Un paquete cuesta 136 rublos (2 dólares).