El barco de la inteligencia rusa Víktor Leónov fue visto frente a las costas de Carolina del Sur y Florida el 17 de diciembre, según un informe de la CNN.
Las autoridades estadounidenses afirman que el barco no utilizaba luces, a pesar de la baja visibilidad meteorológica, y que no respondió a los intentos de comunicación de buques comerciales para evitar posibles accidentes. Los funcionarios norteamericanos agregaron que el barco espía de clase Vishnia también realizó “otras maniobras erráticas”.
Pero, como dice la CNN, el Víktor Leónov patrulla regularmente las aguas internacionales a lo largo de la costa este de Estados Unidos, y lo ha hecho todos los años desde 2015. El buque ruso también opera rutinariamente en el Caribe, incluyendo Cuba y Trinidad y Tobago.
Proyecto 864
El Víktor Leónov es un buque de inteligencia con equipo radioelectrónico ruso a bordo. Es un barco de la era soviética del conocido como proyecto 864, y fue creado no para recolectar datos que sobre EE UU ni para detectar posibles lanzamientos de misiles desde el continente norteamericano, sino para la vigilancia mediante sonar submarino.
“El Víktor Leónov recoge información sobre los llamados “perfiles de ruido”. En pocas palabras, todos y cada uno de los barcos o submarinos militares crean su propio y único conjunto de sonidos que permite a otros barcos militares identificarlos desde lejos”, explicó el exanalista militar del periódico Izvestia, Dmitri Safónov, a Russia Beyond.
Esto es algo parecido a las huellas dactilares que se toman en las comisarías de policía. Y según el experto, esta información es vital durante las operaciones submarinas.
“La última vez que se recogió esta información sobre barcos y submarinos fue en el 2015. Ha llegado el momento de actualizar los datos navales de la región”, explicó Safónov.
Vale la pena mencionar que el Víktor Leónov es una nave de vigilancia con prácticamente ninguna arma bordo. Su única defensa es un sistema de artillería AK-306M creado para repeler posibles ataques aéreos a baja altitud.
En la actualidad, hay seis buques del proyecto 864 operando en la Flota rusa. Sin embargo, el mando militar está considerando la posibilidad de desmantelarlos en los próximos años en favor de buques de nueva era. Los proyectos exactos de las que serán las nuevas naves de inteligencia aún están siendo elaborados por los ingenieros, pero hay planes de presentarlos al público a principios de la década de los 20.