Académico Lomonósov, la primera central nuclear flotante del mundo, se puso ayer en marcha en el Ártico ruso, según ha anunciado en su web el operador Rosenergoatom.
La sede se encuentra en el puerto de Pevek (a 5.550 kilómetros de Moscú), en la remota región de Chukotka, situada en el extremo nororiental de Rusia. Por el momento cuenta con una red aislada, que ha encendido el árbol de Navidad de la ciudad. La compañía describe este hecho como algo “histórico” y señala que debe estar plenamente operativo en 2020.
EL objetivo es que con el tiempo sustituya a las centrales vecinas de Bilibino (nuclear) y Сhaun (carbón), y al mismo tiempo se convierta en la central nuclear más septentrional del mundo.
Diseñado para soportar amenazas externas, como los tsunamis, cuenta con dos reactores KLT-40S con una capacidad de hasta 70 megavatios de electricidad y 50 gigacalorías por hora de energía térmica, suficiente para abastecer a una ciudad de 100.000 habitantes.
A modo de recordatorio, después de que en 2007 se iniciara la construcción en San Petersburgo con un coste de 194 millones de euros, en 2018 la central debía construirse a lo largo de la costa ártica de Rusia para llegar a su puerto de origen.
¿Supone un riesgo la entrada en servicio de la primera central nuclear flotante de Rusia?