Los modernos rifles automáticos AK y M-16 que estamos acostumbrados a ver en las manos de las fuerzas de operaciones especiales en las películas están perfectamente adaptados a la lucha en campo abierto, pero no se adecúan a las “reglas del juego” de la guerra en las zonas urbanas. En lugar del famoso AK-74, las fuerzas de operaciones especiales que se desenvuelven en espacios habitados han sido equipadas con una serie de ametralladoras Vitiaz, que utiliza la bala de 9mm, reconocida internacionalmente.
Subfusil de ametralladora vs. rifle de asalto para la guerra urbana
En lo que respecta al AK de las “operaciones especiales” rusas con calibre 5,45 x 39 mm, se trata de un arma letal cuyas balas pueden atravesar a un hombre (e incluso a veces una pared). Esta es su primera desventaja, que elimina sus puntos fuertes en la lucha urbana. El problema es que puede golpear a un civil que se encuentra en el lugar equivocado en el momento equivocado.
En segundo lugar, las balas de calibre 5,45 x 39 mm del AK son muy propensas a rebotar, creando riesgos adicionales e innecesarios al usarse dentro de edificios.
Por esta razón se tuvo que desarrollar un “MP5 ruso” para las tropas de operaciones especiales urbanas: la ametralladora Vitiaz con ráfagas de “pistola” de 9 x 19 mm.
El arma tiene cartuchos de 9 x 19 mm y puede utilizar toda la gama de municiones de este calibre, tanto de fabricación rusa como extranjera. Y, como resultado, puede prestar servicio fácilmente en las unidades de la OTAN.
Además, la “alimentación” se realiza desde un cargador extraíble de 30 cartuchos. Es interesante que el arma cuente con dos cargadores a la vez; que se pueden unir con un dispositivo especial de sujeción.
La ametralladora, además, pesa sólo unos 3 kg y mide 46 cm de longitud, con el material plegado (y unos 70 cm cuando está extendido). Tiene una longitud de barril de 23 cm, lo que, combinado con su munición, le da un alcance efectivo máximo de 100 metros.
Un buen detalle es que se ha mantenido la rapidez de fuego de la familia AK: 750 disparos por minuto.
El Vitiaz utiliza un método de retroceso de funcionamiento automático, mientras que dispara desde un cerrojo cerrado. La velocidad de disparo es bastante suave y, si se produce algún mal funcionamiento, puede ser que sea por usar munición de baja calidad.
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