Fundada antes de la Segunda Guerra Mundial en 1937, la Oficina de Diseño Lávochkin estuvo muy involucrada en el desarrollo de modernos cazas para el anunciado gran conflicto en Europa y triunfó con la creación de un modelo tan exitoso como el La-7.
La historia de la posguerra de Lávochkin no fue, sin embargo, tan brillante. Algunos de sus aviones perdieron la batalla por un ganarse un lugar bajo el sol contra las oficinas de diseño rivales, mientras que otros no salieron jamás de la mesa de dibujo. En la década de 1960 Lávochkin cambió su enfoque hacia desarrollo de naves espaciales, algo que sigue haciendo hasta el día de hoy.
1. La-5FN
El La-5 fue elogiado por su maniobrabilidad y flexibilidad durante las operaciones de combate, pero también sufrió de algunos puntos negativos importantes. Con una velocidad de menos de 210 km/h, la aeronave a menudo entraba en barrena. Como recordó el piloto y escritor Anatoli Markusha, “los pilotos sufrían de calor ‘africano’ en la cabina”. (Nikolái Yakubóvich. El Desconocido Lávochkin. Moscú, 2012)
Fue a los mandos de un La-5 donde el mejor as de los Aliados, Iván Kozhedub, comenzó su lista de victorias de 62 aviones enemigos derribados. El 6 de julio de 1943, durante la batalla de Kursk, derribó a un bombardero alemán Ju-87.
Si los primeros cazas La-5 eran técnicamente inferiores al Messerschmitt Bf 109 y al Focke-Wulf Fw 190, el La-5FN modernizado más tarde superó a sus homólogos alemanes, especialmente en velocidad de ascenso. “Si un 'Messer' intentaba alejarse de nosotros hacia arriba, le dábamos caza. Cuanto más ascendía, más fácil era atraparlo. El ‘Foсke’ era más pesado que el ‘Messer’, y lo alcanzábamos aún más rápido”, recordó el piloto Dmitri Alekséiev.
Sin embargo, los diseñadores de aviones alemanes no se quedaron de brazos cruzados. Sus cazas se volvieron más avanzados, y pronto la Unión Soviética se dio cuenta de que necesitaban algo más potente que el La-5FN. Así nació el legendario La-7.
2. La-7
En septiembre de 1944, el mejor caza soviético de la Segunda Guerra Mundial, el La-7, fue entregado para llevar a cabo pruebas de combate al 63º Regimiento de Aviación de Caza de la Guardia, que combaría por la liberación de Riga. El nuevo avión se convirtió en una verdadera pesadilla para los alemanes. Durante un mes de batallas aéreas, los La-7 del Regimiento destruyeron 55 cazas enemigos, perdiendo sólo 4 aviones.
El La-7 se parecía al La-5FN, pero debido a su avanzada tecnología, superó a su predecesor en términos de velocidad, velocidad de ascenso y techo. Y lo que es más importante, la La-7 era mejor que casi todos los aviones alemanes de la época.
A menudo los pilotos de la Luftwaffe preferían evitar el combate con estos poderosos aviones soviéticos, por lo que el mando alemán solía enviar sólo lo mejor de lo mejor contra los regimientos equipados con La-7. Por ejemplo, la escuadrilla de élite alemana Jagdgeschwader 54 (JG 54), a la que pertenecían Otto Kittel (267 victorias aéreas) y Walter Nowotny (258), fue a menudo reasignado a zonas de primera línea donde volaba el La-7 soviético.
La primera victoria aérea soviética conseguida contra un avión a reacción también fue obtenida por un La-7. En febrero de 1945, el as soviético Iván Kozhedub derribó un avión de combate alemán Me-262 en una batalla aérea sobre el río Óder.
3. La-15
A finales de la década de 1940, dos oficinas soviéticas de diseño de aviones iniciaron una feroz competencia para suministrar el avión de combate principal de la Fuerza Aérea Soviética. Los La-15 y MiG-15 partían como los favoritos, y en una serie de batallas aéreas simuladas ambos reclamaron victorias.
A pesar de que los dos aviones entraron en producción en serie, los dirigentes soviéticos pronto decidieron que la fabricación de dos aparatos de combate idénticos suponía una carga innecesaria para la industria soviética.
Las características de vuelo del La-15 fueron reconocidas como ligeramente mejores que las del MiG-15, pero la producción en serie de este último era algo más fácil. Stalin personalmente decidió apostar por el MiG y no admitió discusión alguna.
Con más de 15.000 aviones construidos, el MiG-15 se convirtió en el avión de combate más producido en serie del mundo. Después de la construcción de 235 aviones, la producción en serie del La-15 cesó en 1954. El resto de las aeronaves fueron enviadas a campos de prueba para participar en ensayos nucleares.
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