Cómo el Imperio ruso perdió todos sus portaviones (Fotos)

Ciencia y Tecnología
BORÍS YEGÓROV
Durante la Primera Guerra Mundial, la flota rusa de portaaviones era considerada una de las más fuertes del mundo. Desafortunadamente, la Revolución de 1917 acabaría destruyéndola por completo.

Junto con Francia y Gran Bretaña, el Imperio ruso fue uno de los pioneros en la construcción de los primeros portaviones. Siendo en realidad portahidroaviones, aparecieron poco antes de la Primera Guerra Mundial y fueron ampliamente empleados por todas las partes beligerantes durante el conflicto.

Los primeros portaviones nunca se diseñaron como tales, sino que por lo general fueron creados reconstruyendo otros buques de guerra o buques civiles de pasajeros y carga.

Los portaviones de la Primera Guerra Mundial tenían poco que ver con los de la actualidad. No tenían una cubierta de vuelo, sino que transportaban los hidroaviones dentro de uno o más hangares. Por medio de mecanismos especiales, cuando era necesario, la aeronave era bajada al agua y recogida luego para volver al interior del barco.

Veterano de la guerra ruso-japonesa, el crucero Almaz fue convertido en el primer portaeronaves ruso. Al principio de la Primera Guerra Mundial, este buque de guerra se convirtió en portador de hidroaviones, pero conservando la potencia de fuego de un crucero.

Durante toda la guerra, la marina rusa utilizó ocho portaviones en los mares Báltico y Negro. Increíblemente, cuatro de ellos fueron hechos a partir de barcos de transporte rumanos, que como aliado en la Entente, Rumania prestó a Rusia.

Entre las principales tareas de estos portaviones se encontraban las misiones de reconocimiento, el apoyo a las operaciones de desembarco y el bombardeo de buques de guerra y puertos enemigos.

El 6 de febrero de 1916, los portaviones rusos llevaron a cabo un bombardeo masivo del puerto otomano de Zonguldak, para el que se utilizaron 14 hidroaviones. Este fue uno de los primeros bombardeos masivos contra una ciudad llevado a cabo por parte una aviación naval.

El único portaviones ruso en el mar Báltico era el Orlitsa que antes de 1915 era el buque de transporte de carga y pasajeros Imperatritsa Alexandra (Emperatríz Alejandra).

Los dos hangares a bordo del Orlitsa podían albergar cuatro hidroaviones. El buque estaba equipado con un taller y un almacén de municiones y combustible de aviación. Además de estar protegida por sus propios aviones, el Orlitsa tenía dos cañones de 75 mm y dos ametralladoras.

El 17 de julio de 1916, cuatro hidroaviones M-9 despegaron del Orlitsa y se enfrentaron en un duelo aéreo contra cuatro hidroaviones alemanes, derribando dos de ellos. Hoy, este día se celebra como el Día de la Aviación Naval Rusa.

Después de la Revolución de 1917, la Flota rusa de portaviones dejó de existir. Los cuatro buques rumanos se devolvieron a Rumania. El Imperátor Alexánder (Emperador Alejandro) y el Imperátor Nikolái I (Emperador Nicolás I) terminaron en Francia y sirvieron como barcos de pasajeros y de carga en el sudeste asiático. Ambos fueron hundidos en 1942.

El Almaz fue vendido a una empresa francesa, para chatarra, en 1934. El Orlitsa tuvo más suerte. Rebautizado como Sovet (Soviético), fue enviado al Lejano Oriente ruso para servir allí como buque de pasajeros. Sólo en 1964 el viejo y anticuado barco fue desmantelado.

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