¿Por qué los vehículos de los líderes soviéticos parecían estadounidenses?

Ciencia y Tecnología
BORÍS YEGÓROV
A pesar de tener un aspecto muy similar a las limusinas producidas en EE UU, el blindaje las hacía más parecidas a los tanques.

Durante 30 años las limusinas ZIL fueron los coches más importantes de la Unión Soviética. Se ocupaban de transportar a los líderes del país más grande del mundo.

En gran medida se inspiraron en los coches de lujo de EE UU. Los ingenieros soviéticos no se avergonzaron de reconocerlo. El país compraba y estudiaba lo mejor de los modelos Lincoln, Buick y Cadillac. 

Sin embargo los soviéticos no solo copiaron ciegamente los vehículos estadounidenses. La aparición de las primeras limusinas soviéticas tenía mucho en común con las estadounidenses, pero la parte de arriba era completamente diferente...

El ZiL-111, que se parecía mucho a un Packard, se convirtió en el principal vehículo de Nikita Jrushchov. El líder soviético le presentó uno a su amigo y aliado Fidel Castro.

El siguiente líder soviético, Leonid Brézhnev, iba en un ZiL-114. Le encantaban los coches y encargó el diseño de una versión “más corta” del ZiL-114, a la que llamaron ZiL-117 y que él mismo condujo en secreto. Oficialmente el ZiL-117 estaba registrado como un coche de escolta.

Después de la muerte de Stalin los líderes soviéticos dejaron de utilizar coches blindados, lo que querían era subrayar su carácter “democrático” y su cercanía a la gente. Sin embargo, después de un intento de asesinato contra Leonid Brézhnev, en el que murió su conductor, la situación cambió. El nuevo ZiL-4105 se diseñó como el coche más seguro del mundo. Su armadura era tan fuerte que ni las explosiones, ni los disparos podían dañar significativamente el vehículo.  

El ZiL-41047, de 6,34 m de longitud, apareció en 1985 y fue uno de los turismos más largos del mundo. Tenía asientos para siete personas.

El último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, y el primer presidente de Rusia, Borís Yeltsin, usaron un ZiL-41052. Poco después Yeltsin consideró que era demasiado incómodo para él y comenzó a utilizar un Mercedes, rompiendo así la larga tradición de ZiL.

La última limusina diseñada para un presidente ruso fue el modelo ZiL-4112R. Según un rumor, Vladímir Putin probó el coche en 2012 y quedó descontento. El vehículo nunca llegó a producirse en serie.

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