Los hidroaviones MBR-2 fueron usados con éxito durante la Segunda Guerra Mundial, como aviones de reconocimiento y bombardeo. Las “vacas” o “graneros”, como los llamaban los pilotos, eran presa fácil para el enemigo a causa de su pobre blindaje y baja velocidad. Por eso los MBR-2 se usaron principalmente para los bombardeos nocturnos.
El primer hidroavión soviético propulsado por turborreactores, el R-1, era tan rápido como los aviones de combate de cubierta estadounidenses FH1 Phantom y F9F Panther. Sin embargo, debido a problemas técnicos e insuficiente alcance, este hidroavión nunca entró en producción.
Este auténtico veterano ha servido en las flotas soviética y rusa durante 58 años y es el hidroavión en activo más antiguo de Rusia. La principal tarea de los hidroaviones Be-12 es localizar y eliminar a los submarinos enemigos. Anticuado, será sustituido o modernizado completamente en un futuro próximo.
Desarrollado en la década de 1980, el A-40 debía reemplazar al Be-12 como principal avión anfibio soviético de guerra antisubmarina. El proyecto colapsó con la URSS, pero hoy el Ministerio de Defensa estudia darle una segunda oportunidad.
El único avión anfibio a reacción del mundo, el Be-200, es una máquina multipropósito. Puede ser configurado para llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate, transporte de pasajeros y carga y patrullaje marítimo.
Durante sus misiones de extinción de incendios, la aeronave es capaz de captar hasta 12,5 toneladas métricas de agua en pocos segundos, mientras viaja sobre una superficie del agua, para luego dejarla caer sobre un incendio.
El Bériev VVA-14 fue un intento fallido de los diseñadores soviéticos de crear un avión anfibio de despegue vertical. Ese hidroavión debía utilizarse como bombardero estratégico o táctico, y se planeaba armarlo con un ingenio nuclear. Sin embargo, al carecer de motores adecuados para el despegue vertical, los diseñadores primero convirtieron al VVA-14 en un vehículo con efecto suelo, y luego cancelaron todo el proyecto.
Con un alcance de vuelo de hasta 16.000 km, este avión anfibio fue planeado para ser utilizado en transporte de carga en vuelos transoceánicos. Habría sido el hidroavión más grande de la historia, pero el proyecto nunca salió de las mesas de diseño.
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