Savoia-Marchetti SM.81
El Savoia-Marchetti SM.81 “Pipistrello” (“murciélago” en italiano) era un bombardero trimotor, demasiado lento para como bombardero, pero unos uno de los más flexibles, fiables e importantes aviones de la Regia Aeronautica, entre 1935 y 1944.
Como recuerda Mijaíl Máslov en su libro Polikarpov I-15, I-16 y I-153 Aces, un piloto soviético, Adam Kovalesvki, derribo uno de estos aparatos el 1 de febrero de 1937, pero fue fatalmente herido por fuego de ametralladora del avión en llamas. Los Pipistrello solían bombardear Barcelona desde sus bases en Mallorca.
Según el mismo autor, el 25 de octubre de 1937, sobre la costa catalana, el piloto Evgueni Stepánov, derribó otro de estos aparatos, embistiendo la cola del bombardero italiano con su hélice. Stepánov, pese a la violencia del choque, consiguió devolver su Polikárpov I-15 sano y sano a su base.
Fiat C.R.32
Quizás tengas un coche con la misma marca que este avión. Sí, Fiat producía aviones de combate, entre ellos este caza biplano diseñado en 1933. La Italia fascista envió en apoyo del golpe de Francisco Franco nada menos que 400 de estos aparatos, bautizados en España como “Chirri”, que fueron usados a partir de agosto de 1936.
A pesar de ser biplanos, gracias a su alta maniobrabilidad, en numerosas ocasiones lograron salir airosos de sus encuentros con los Polikárpov soviéticos, más veloces y mejor armados.
Sin embargo, no siempre fue así, claro El as Pável Richagov (20 aparatos destruidos a los mandos de un Po-I 15), por ejemplo, derribó dos de estos aparatos en el cielo madrileño. De hecho, de los 376 Fiat C.R.32 enviados a España, 99 fueron derribados por los republicanos.
Como curiosidad, queremos recordar que Paraguay (5 ejemplares) y Venezuela (9 aparatos) compraron aviones de este modelo a finales de los años 30.
IMAM Ro.37
Empleado por primera vez en combate por primera vez en la Segunda Guerra Italo-Etíope (1935-1936), se estima que casi 60 de estos biplanos de reconocimiento fueron operados en España en distintas misiones.
El soviético Gueorgui Zajárov, que se había presentado en el Distrito Militar de Bielorrusia como voluntario para luchar en España consiguió su primera victoria (de 6) en la guerra civil el 9 de noviembre de 1936, derribando uno de estos aparatos que se dirigía hacia Madrid.
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