Millones de aves mueren o son heridas por nuestros vehículos cada año: sólo en EE UU mueren 80 millones de especímenes, incluyendo algunos de especies en peligro de extinción. ¿Por qué no pueden huir de los vehículos? Según un estudio, su mecanismo cognitivo para evaluar el peligro puede fallar cuando el conductor conduce demasiado despacio.
Aparentemente, eso es lo que le sucedió a un halcón hembra en Siberia pero, afortunadamente, fue rescatado por el Centro local para la rehabilitación de las aves silvestres. El ave fue tratada por las heridas recibidas, y bautizada como Grom (que significa “trueno” en español). Sin embargo, el halcón no podía andar ni aparearse.
El Centro contactó con Rosnano, una corporación rusa patrocinada por el gobierno y co-inversionista en proyectos de nanotecnología. Como resultado de esta consulta, tres startups decidieron ayudar.
El desarrollador de aviones teledirigidos Optiplane midió el halcón y preparó las especificaciones de diseño. Otras dos empresas, el fabricante de prótesis 3D-Bimimimplant y la imprenta 3D GML AT crearon una pierna artificial.
Según Kirill Yakovchenko, director de Optiplane, todo era una situación de trabajo de lo menos estándar, pero los desarrolladores decidieron que podían lograr completar el encargo con el mismo enfoque tecnológico que utilizan para trabajar con aviones no tripulados.
“El halcón se siente muy bien, vigilamos su estado de salud”, declaró Yakovchenko a Russia Beyond. Nos dijo además que Optiplane se está planteando el trabajar con aves lesionadas en el futuro.
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