¿Qué secretos del sistema de defensa aérea S-400 recibirá la OTAN por 2.500 millones de dólares?

Ciencia y Tecnología
NIKOLÁI LITOVKIN
Moscú ha vendido algunas armas antiaéreas de gran potencia a Ankara y tiene previsto crear varias empresas militares en Turquía.

Turquía ha comprado dos unidades del sistema de defensa antiaérea más avanzado del mundo, el S-400 Triumf. Hasta ahora, Rusia no ha estado dispuesta a entregar estos sistemas a ninguna otra nación.

El pasado 4 de abril, durante una reunión entre Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, se reveló que el contrato tiene un valor de 2.500 millones de dólares y que Rusia comenzará a suministrar a Turquía los sistemas antimisiles a partir de julio del próximo año.

¿Qué se vendió?

Cada batería incluye cuatro instalaciones de lanzamiento con cuatro misiles cada una. Por lo tanto, en total, cada batería tiene 16 misiles capaces de derribar cazas de quinta generación y misiles de crucero a una distancia de 200 km.

Y esto sin tener en cuenta el set de combate de reserva, que también está incluido en el contrato y que estará desplegado en el campo de batalla. Además, el contrato incluye máquinas de carga de transporte, estaciones de radar, un puesto de mando y una serie de vehículos de apoyo.

Al mismo tiempo, los artilleros turcos que trabajarán con estos sistemas recibirán entrenamiento en Rusia.

Rusia también ha acordado ceder una parte de la tecnología a Turquía, que es miembro de la OTAN, así como abrir una empresa en territorio turco.

El jefe de la Oficina de Prensa de Rosoboronexport, Viacheslav Davidenko, dijo a Russia Beyond que los detalles del contrato son completamente confidenciales.

“Las primeras máquinas del sistema S-400 llegarán a Turquía a mediados de 2019. Hay poco tiempo porque acordamos reducir el tiempo de entrega y realizar el primer envío el próximo año. Desafortunadamente, para entonces será imposible tener abierta la planta. Lo más probable es que demos una parte de la producción a nuestros socios a principios de la década de 2020”, dijo.

En sus palabras, la parte de la tecnología S-400 que Rusia entregará a Turquía es una cuestión de las relaciones bilaterales de ambos países. “Esto se decidirá no sólo a nivel comercial entre el productor y el cliente, sino también a nivel político. Pronto estará claro”, añadió.

Los secretos que Rusia no está dispuesta a compartir

En opinión del analista militar de la agencia de noticias TASS, Víctor Litovkin, Rusia está dispuesta a abrir varias pequeñas empresas en Turquía que producirán componentes y electrónica para los S-400. Pero Moscú no compartirá los mayores secretos del sistema.

“No les daremos el ‘contenido’, ni los códigos electrónicos de los sistemas. En la fábrica de Almaz-Antéi se realizará el mantenimiento técnico a gran escala, en Rusia”, añadió Litovkin.

Los códigos de acceso y el “contenido” que Rusia no está dispuesta a revelar tienen que ver con los sistemas de detección de “amigos o enemigos” aéreos.

“Este será un sistema hecho en Rusia. No revelaremos las contraseñas y no permitiremos que nadie las reprograme”, comentó el analista.

Los misiles para los sistemas también se producirán en Rusia, donde Turquía los comprará.

“El inicio de esta producción es costoso y se necesita mucho tiempo. Además, es posible que los líderes rusos no estén dispuestos a compartir algunos de sus secretos más preciados en relación con la creación de unos misiles que hoy se consideran de los mejores del mundo”, resumió Litovkin.

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