Después de las negociaciones que mantuvieron el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, y su homólogo venezolano, Vladimir Padrino López, este último informó que la fábrica de Kaláshnikov empezará a funcionar en Venezuela antes de que termine el año 2019, según la agencia rusa Interfax.
Según el ministro venezolano, “los trabajos de construcción están en marcha”.
“Estamos haciendo un seguimiento permanente de cómo van avanzando los trabajos. Y hace falta subrayar que esta planta tiene una importancia estratégica para la independencia de Venezuela y sus Fuerzas Armadas”, señaló Padrino López citado por Interfax.
Además, el ministro declaró que Venezuela está interesada en desarrollar la cooperación técnico-militar con Rusia. “Hemos discutido las cuestiones de nuestra colaboración. Queremos ir más allá de la cooperación técnico-militar, profundizarla y desarrollar la cooperación a nivel operativo”, dijo el ministro de Defensa preguntado por Interfax.
Cabe destacar que el acuerdo para la construcción en Maracay (estado de Aragua) de una fábrica de fusiles AK-103 y municiones fue impulsado personalmente por Hugo Chávez que pretendía proteger con los fusiles Kaláshnikov “cada calle, cada callejón, cada esquina”. Finalmente, el acuerdo fue firmado por Rusia y Venezuela en 2006. Un año antes, el país latinoamericano adquirió 100.000 nuevos fusiles AK-103.
Sin embargo, la construcción de la fábrica ha sufrido numerosos altibajos y retrasos. De hecho, en 2014 las obras quedaron suspendidas debido a un fraude a gran escala por parte de la compañía adjudicataria de la construcción. La construcción de la fábrica de Kaláshnikov en Venezuela se reanudó en 2016.
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