Aerolíneas de todo el mundo están explorando los beneficios de la tecnología de reconocimiento facial con la esperanza de que esto acorte las esperas en las colas. En enero, British Airways comenzó a utilizar puertas biométricas de autoservicio en Los Ángeles para subir los pasajeros a bordo de las aeronaves. Hace un par de semanas el Aeropuerto de Dubái instaló 100 kioscos de captura biométrica y facial de última generación.
La semana pasada, AirAsia también dio a conocer la entrada en servicio de la primera puerta de embarque de reconocimiento facial de Malasia.
Siberia Airlines (S7), que opera vuelos a 100 destinos en 30 países de Europa, Oriente Medio y Asia, también anunció sus planes de introducir la tecnología, pero en el caso ruso, el concepto es algo diferente.
La empresa eslava quiere utilizar el reconocimiento facial para personalizar los servicios a los viajeros en clase ejecutiva, en concreto para aquellos que estén demasiado cansados para ser molestados. Por ejemplo, el sistema identificará a los clientes que duermen en un salón VIP mientras el avión está embarcando al pasaje.
Según Alexánder Janin, fundador de VisionLabs, la empresa detrás del nuevo sistema, la tecnología de reconocimiento facial no siempre tiene que ver con el control. “Estos sistemas ayudan a las empresas a mejorar la experiencia del usuario y aumentar la lealtad de los clientes”, dijo Janin. Los datos de los pasajeros sólo se recogerán si estos lo aprueban previamente.
VisionLabs probó el sistema en condiciones difíciles, incluyendo la de iluminación débil. El pasajero no tiene que mirar directamente a la cámara para ser identificado, sino simplemente pasar ante ella. Según la start-up, la precisión del reconocimiento es del 90%.
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