Hackear una gasolinera podría parecer una idea extraña, pero es posible hacerlo. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ha descubierto un nuevo tipo de crimen, en el que los gestores de una gasolinera robaban combustible a los clientes, que no sospechaban nada, a través de un virus informático.
Este software malicioso fue creado por Denís Záiev, un hacker residente en la ciudad de Stávropol, y se lo ofreció a los gestores de las gasolineras del sur del país, entre otras a las de la región de Stávropol, Krasnodar, Kalmukia y las repúblicas del Cáucaso Norte. Gracias al virus Záiev y sus socios se hicieron con millones de rublos. Los propietarios de las estaciones –las principales compañías de energía del país– no sufrieron pérdidas, afirman en el FSB.
El software malicioso penetró en el sistema de las gasolineras con el consentimiento de los managers y quitaba secretamente entre el 3% y el 7% del combustible por el que había pagado el cliente. Cada mañana los trabajadores dejaban un tanque de reserva vacío y cuando un cliente adquiría combustible una parte iba ahí. Mientras tanto, el contador mostraba el pago y la supuesta cantidad que había ido a su vehículo.
El virus cubría sus propios pasos y destruía todas las indicaciones de que un robo había tenido lugar. De esta manera resultaba muy difícil descubrir el crimen. Los afectados nunca notaron nada y en caso de que lo hubieran hecho, los 2-3 litros de combustible robado no habrían sido suficientes como para abrir un caso criminal contra la gasolinera.
Además, era casi imposible notar la presencia del virus. Los controles rutinarios de los especialistas y de la policía municipal nunca llegaron a notarlo. Aunque, finalmente, arrestaron al hacker Záiev y ahora se enfrenta a cargos de fraude a gran escala, además de estar acusado del desarrollo y del uso de software malicioso.
Los bandidos rusos tienen muchos recursos, aquí te presentamos a alguno de los más famosos.
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