Se hicieron conocidos a medioados de los años 90.
Silas Stein/DPA/Global Look PressVladímir Levin. Foto: TASS
En 1994, en la víspera de la era de internet, el empleado de una modesta empresa comercial, Vladímir Levin, hackeó Citibank, uno de los gigantes del sector bancario estadounidense. El hacker, con solo un PC-386 (Durante su diseño se lo llamó 'P3', debido a que era el prototipo de la tercera generación x86. El i386 fue empleado como la unidad central de proceso de muchos ordenadores personales desde mediados de los años 80 hasta principios de los 90- wikipedia) de la versión estándar, logró superar la seguridad de uno de los sistemas de pagos más perfectos del mundo.
Levin actuaba con precaución, transfiriendo de las cuentas de grandes empresas en Citibank cantidades relativamente pequeñas de dinero a sus aliados en todo el mundo. El importe total de dinero robado ascendió a 10.700.952 dólares. Pero los servicios de seguridad electrónica del banco acabaron descubriendo el rastro del hacker y el FBI dio con él.
Fue arrestado en Londres y juzgado en EE UU; en los años 90 en Rusia todavía no existían responsabilidades penales por delitos cibernéticos. Levin llegó a un acuerdo con la fiscalía y logró devolver a Citibank casi todo el dinero robado (excepto 400.000 dólares). Después de cumplir una pena de tres años, el hacker salió en libertad. Levin sigue siendo a día de hoy un símbolo de la destreza de los hackers rusos: fue el primero que cobró fama mundial.
Este estudiante de 24 años de la facultad de Economía de la Universidad Estatal de Moscú no robó dinero, sino datos financieros de multimillonarios estadounidenses de la lista Forbes. Hackeando sus bases de crédito, Klopov y sus cómplices realizaban en nombre de los millonarios transacciones en internet, lo que les permitió robar 1,5 millones de dólares.
Al delincuente le salió el tiro por la culata en 2007 intentando hacerse pasar por el multimillonario Charles Wyly. Klopov realizó una transacción con un libro de cheques falso para una compra de joyas de oro valoradas en unos 7 millones de dólares, pero el empleado de la joyería decidió comprobar la autenticidad del cheque y llamó al verdadero Wyly. Se descubrió el engaño y cuando Klopov llegó a Nueva York a recoger el oro, lo arrestaron. El hacker cumplió su condena y luego se pasó al “lado luminoso de la Fuerza”: es uno de los principales expertos de la compañía de seguridad cibernética CyberSec.
Foto: Stein/DPA/Global Look Press
El 14 de agosto de 2014 los seguidores en Twitter del primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, recibieron una sorpresa: la cuenta oficial comenzó a publicar tweets extraños sin parar. “Me retiro. Me avergüenzo de las acciones del gobierno. Disculpen”, comenzó a decir “Medvédev”. Después declaró que “Vova” (Vladímir Putin) no tenía razón y escribió que, una vez retirado, se dedicaría a la fotografía, como siempre había soñado.
Naturalmente, todo esto no lo escribió Medvédev. Durante una hora el Twitter del primer ministro estuvo en manos de la agrupación “Anonymous International”, también conocida como Shaltay Boltay, uno de los grupos de hackers más conocidos relacionados con la política. Esta fue la acción más sonada de Shaltay Boltay, pero no la única: desde 2014 la agrupación inunda la red con contenidos de los buzones de correo de funcionarios y políticos.
En una entrevista anónima para el portal Meduza, uno de los fundadores de Anonymous International cuenta que las publicaciones de la correspondencia de los políticos y los ataques de trolls no son el ámbito de actividad principal de la organización. En general se dedican a recopilar información por encargo, incluidos materiales comprometedores. En las publicaciones de Shaltay Boltay, según el fundador, aparece todo lo que no se puede vender.
Evgeniy Bogachev. Foto: fbi.gov
En diciembre de 2016 Evgueni Bogachov, nacido en Anapa (a 1.500 km al sur de Moscú), se vio afectado por las nuevas sanciones de EE UU, acusado de injerir en las elecciones presidenciales. De hecho, Bogachov está acostumbrado a llamar la atención del gobierno y de los servicios de inteligencia de EE UU: en febrero de 2015, mucho antes de las elecciones, el FBI prometía3 millones de dólares a cambio de información sobre su paradero.
La “hazaña” de Bogachov que hizo que el FBI valorara tanto su cabeza fue la creación de un virus completamente nuevo, llamado “Gameover Zeus”. Una agrupación dirigida por el ruso creó el troyano bancario más potente de la historia: el virus es capaz de copiar de forma imperceptible los números, contraseñas y otra información de tarjetas bancarias. Según cálculos del FBI, Gameover Zeus ha dado a sus desarrolladores más de 100 millones de dólares.
A pesar de que el FBI lleva casi dos años buscando a Bogachov, hasta el momento no han logrado encontrarlo. Se cree que se encuentra en Rusia.
Qué piensan en Rusia sobre el informe de ciberataques elaborado por la CIA
La Inteligencia de EEUU afirma que Rusia pudo haber interferido en elecciones en 20 países
Carnabak, la banda de 'hackers' que ha robado 1.000 millones de dólares
La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: