¿De qué son capaces los primeros cruceros furtivos de misiles rusos?

Buque del proyecto 22800 'Karakurt'.

Buque del proyecto 22800 'Karakurt'.

Serguéi Mámontov/RIA Novosti
Por primera vez en la historia moderna del país, la flota hace que barcos de alta tecnología, armados hasta los dientes con misiles de crucero y antibuque, sean invisibles para los radares enemigos.

Este noviembre, el primer buque del proyecto 22800 'Karakurt' se unirá a la flota rusa.

Estos cruceros no han sido bautizados por casualidad con el nombre de un arácnido mortal, ya que (a pesar de su pequeño tamaño) están cargados con las armas más mortíferas que tiene el país.

Una fuerza a tener en cuenta

El Proyecto 22800 es el de un pequeño barco de uso zonas en litorales. Para ello obtuvieron un desplazamiento de 800 toneladas, con 60 metros de longitud y 10 metros de ancho. Sin embargo, dentro de su cubierta se esconden algunos de los misiles modernos más letales de Rusia: 'Kalibr' y 'Oniks'.

Los primeros sacudieron al mundo en 2015 cuando la flota rusa del Caspio disparó los nuevos misiles de crucero 'Kalibr' contra los líderes de los terroristas en Siria. Los cohetes cubrieron 1500 km volando a ras del suelo sobre el territorio de Irán e Iraq, hasta que alcanzaron sus objetivos.

Cada uno de estos cohetes está cargado con 500 kilos de explosivos, capaces dejar cráteres en el suelo de cientos de metros de ancho. Además, los misiles de crucero 'Kalibr' tienen un alcance de disparo de hasta 2500 km y una precisión de 30 metros que lo convierten en una de las armas modernas más mortíferas.

“Los 'Oniks', por otro lado, son un monstruo completamente diferente. Estamos hablando de los primeros misiles antibuque con inteligencia artificial. Atacan a sus objetivos como una manada de lobos que se distribuye las zonas de ataque y que se lanzan sobre su presa desde diferentes lados”, le contó a Russia Beyond Alexéi Ramm, un analista militar del periódico Izvestia.

Esta característica de "manada de lobos" también hace de los Oniks uno de los misiles modernos más despiadados, ya que ningún sistema de cohetes antimisiles puede detectar y eliminar múltiples objetivos procedentes de todas las direcciones. Especialmente, si el principal de estos objetivos consiste en "primero terminar con los sistemas antimisiles, para despejar el camino a otros cohetes Oniks que vengan detrás".

Proyecto 22800 'Karakurt'.

Otra característica importante de un nuevo proyecto 22800 'Karakurt' es su complejo sistema de defensa. El primer escudo es el sistema antibalístico 'Pántsir-M' en su versión marítima, creado para interceptar misiles a pesar del cabeceo de las olas, las lluvias, vientos e incluso tormentas. También es más compacto que su versión terrestre y está cubierto con una funda anticorrosiva para resistir las duras condiciones de la naturaleza.

"La mayor diferencia [entre un sistema Patsir terrestre y marítimo] es que los misiles de ‘Pantsir-S’ tienen que interceptar los objetivos que les llegan desde arriba y sobre todo llegan en rutas de vuelo previstas. Mientras tanto, los misiles antibuque vuelan sobre la superficie del agua y sobre las olas durante las tormentas, lo que dificulta que los sistemas informáticos predigan sus rutas de vuelo”, contó a Russia Beyond Alexánder Zhúkov, diseñador jefe de la corporación High Precision Systems, que creó y construye los Sistemas Pantsir para el Ejército ruso.

Otra gran diferencia es la tasa de fuego. Mientras los sistemas ‘Pantsir-S’ disparan 80 proyectiles de artillería por segundo (4.800 por minuto), el sistema marítimo podrá desatar una cadencia de fuego de 160 municiones por segundo (casi 10.000 disparos por minuto).

"Mientras la munición del sistema consta de 1.000 cartuchos y 32 misiles antiaéreos, es capaz de crear una cúpula antiaérea de 20 km alrededor de un barco en el que esté instalado. Eso lo convierte en un arma de defensa efectiva en conflictos potenciales en el futuro”, le dijo a Russia Beyond el al CEO de High Precision Systems, Alexánder Denísov.

Tecnología furtiva para buques

Cada barco nuevo de esta clase se construirá utilizando materiales de diferentes tipos, a diferencia de los buques de la flota rusa de generaciones anteriores. Por lo tanto, el nuevo contenido de resinas metálicas sintéticas (añadido a las pequeñas dimensiones del proyecto 22800) hace a estas naves en literalmente invisibles para la mayoría de los sistemas de radar modernos.

“Los ingenieros estadounidenses y de la OTAN dominaron estas tecnologías hace algún tiempo, creándo naves sigilosas de misiones múltiples centradas en ataques terrestres, como el destructor clase Zumwalt. Las armas están escondidas en el interior de un barco (cubiertas con materiales reflectantes de radar) y se extraen solo durante las batallas navales. Así que estas dos, a primera vista, fáciles pero técnicamente complicadas elecciones, hacen de estas naves las mejores del mundo”, mencionó Vadim Kozulin, profesor de la Academia de Ciencias Militares.

Los fabricantes rusos construirán 18 Karakurts para la flota. Los primeros 12 de ellos se entregarán hacia 2020 y, como creen los exportadores, servirán en el Mar Negro o en el Mar Mediterráneo. si se encuentran basados en la base de Tartus, en Siria.

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