Fuente: Victoria Riábikova
Un grupo de personas entra por la puerta principal al parque Sokólniki. No pasan ni 30 segundos cuando los hombres y las mujeres que van bailando y haciendo unos ruidos raros, empiezan a “conquistar” la Tierra. Bueno, en realidad se trata simplemente de una maqueta de un jardín local, pero esto choca a los demás visitantes del parque.
Unos graban lo que ocurre, otros protestan: “No está guay bailar sin música" - grita un hombre nervioso de unos 45 años y arranca la canción “Ay, madre mía, me estoy volviendo loco” interpretada por el cantante popular, Yegor Krid.
Fuente: Victoria Riábikova
En realidad, entre la muchedumbre no hay ni un loco. Más o menos así empieza cada paseo-baile en Moscú. Es un proyecto social lanzado por el psicólogo y bailarín Alexánder Guirshón.
Baile como reacción al conflicto ruso-ucranio
El primer paseo tuvo lugar hace un año. “En 2014 todos hemos estado siguiendo el conflicto ruso-ucranio que se reflejaba en un ambiente tenso en las calles. Entonces pensé que tenía que romper este estrés de la gente con algo bueno, sencillo y libre”, así, según Guirshón, le surgió la idea de organizar este tipo de paseos.
Fuente: Victoria Riábikova
Cada dos o tres semanas la gente se reúne en un lugar pintoresco, pone música y empieza a bailar recorriendo lugares muy bonitos. Según el organizador del proyecto, no solo los moscovitas tienen el privilegio de pasear bailando, sino que en otras ciudades rusas también se organizan este tipo de paseos.
Guirshón dirige personalmente casi todos los paseos por la capital rusa, salta más alto que los demás y baila con cada participante del proyecto. “Usamos diferentes estilos de música para permitir que la gente se exprese de forma diferente. El baile es una comunicación no verbal, a través de gestos y movimientos del cuerpo”, comenta Guirshón.
Fuente: Victoria Riábikova
¿Por qué bailar en la calle?
El creador del proyecto cree que no se trata solo de comunicarse a través del baile, sino también de obtener un resultado terapéutico. Según él, a través del baile la gente se libera del estrés. “Aquí nos relajamos todos, nos olvidamos de los problemas y nos sentimos más seguros de nosotros mismos. Sí, se puede bailar en una discoteca, en un bar o en casa, pero el efecto es diferente cuando la gente baila en un espacio abierto. Te sientes parte de un espectáculo musical donde tú eres el protagonista”.
Fuente: Victoria Riábikova
Poco a poco el escenario principal se llena de bailarines que de repente se quedan inmóviles y el parque se convierte en una exposición de estatuas vivientes. “Estos momentos, cuando nos quedamos parados como si estuviéramos congelados, hacen que el show sea más espectacular”, explica Guirshón.
¿Dónde está la realidad?
Mucho más que los demás se alegra de recibir tanta atención un especialista de informática, Alexéi Fínik. “Soy una persona muy emocional y me gusta expresar mis emociones positivas aquí. Por supuesto, hay algo de egocentrismo en esto, quieres que te miren, pero todos aquí sentimos esto. Yo no pretendía destacarme aposta, simplemente iba a trabajar en un patinete, pero creo que no me ha salido nada mal”.
Alexéi Finik. Fuente: Victoria Riábikova
”No entiendo por qué no usan los altavoces y no dejan que todo el mundo escuche música y baile con ellos”, comenta Vsévolod, un transeúnte que pasea por el parque.
“Estoy de acuerdo. ¿De qué se alegran? ¿Hemos empezados a vivir mejor en Rusia?”, le responde otro hombre que pasa a su lado.
Fuente: Victoria Riábikova
Guirshón contesta a astas preguntas de forma filosófica. En su opinión, los transeúntes creen que los que participan en el proyecto están separados de la realidad. Pero nadie sabe lo que es el mundo real. “¿La realidad es cuando bailamos o cuando te cae encima un montón de información innecesaria? Si el baile me inspira y me da fuerzas para vivir, elijo el baile”, responde Guirshón y se va corriendo para seguir bailando.
La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: