La catedral de San Basilio. Fuente: William Brumfield
Viernes
Un poco de historia, 16:00
El principal deseo de cualquier persona que sale de un avión después de varias horas de vuelo es estirar las piernas. Por eso, para romper el hielo, podemos empezar con un paseo por el centro histórico de la capital rusa. Partiremos desde la Plaza Roja (junto a la parada de metro Ojotni Riad): aquí encontraremos el Museo de Historia de Moscú; el patíbulo, en el que se leían al pueblo los edictos del zar entre el siglo XIV y el XVII; y también la catedral de San Basilio.
Fuente: Lori / Legion Media
Pero para ver el famoso mausoleo de Lenin habrá que esperar hasta mayo de este año, ya que ahora mismo se encuentra en plena reconstrucción y una cúpula gigante de color blanco lo oculta de las miradas curiosas de los turistas.
La Plaza Roja se extiende a lo largo de uno de los muros que rodean el Kremlin. En frente, al otro lado de la plaza, se encuentra el edificio del GUM (Glavni Universalni Magazín), un centro comercial construido a finales del siglo XIX. Aquí se puede comprar ropa, zapatos, joyas y souvenirs, aunque los precios no son precisamente muy asequibles. De todas formas, merece la pena entrar en el GUM solo por disfrutar de sus salones de mármol y ver el techo de cristal con arcos de acero diseñado por el ingeniero ruso Vladímir Shújov (creador de la Torre de Shújov).
18:00
Para completar el paseo, podemos ir hasta la Catedral de Cristo Salvador, que recientemente ha adquirido más fama a raíz de la oración punk interpretada por el grupo Pussy Riot en febrero 2012. A la salida de la Plaza Roja, tras pasar por la Puerta de la Resurrección, hay que cruzar la plaza Manezh y pasear por la calle Mojovaya, dejando a un lado la Biblioteca Lenin (principal biblioteca del país) y el Museo Pushkin de Bellas Artes. Finalmente, llegamos a la calle Voljonka, que lleva hasta la catedral.
De 23:00 a 6:00 salimos a bailar
Para acabar la tarde del viernes nada mejor que ir a bailar toda la noche a un viejo club moscovita llamado Propaganda. El personal y los DJ del local lo llaman cariñosamente Propka (que en ruso significa atasco) o Propa. Desde que abrió el club hace 15 años han pasado por él algunos gurús de la música electrónica como Quentin Harris, DJ Deep, Jephte Guillaume, Timmy Regisford y muchos otros. Durante el día, el Propaganda se convierte en un agradable bar donde comer un bocadillo caliente o un menú del día. A medida que se acerca la noche, las mesas se van retirando para dejar sitio a la pista de baile.
Sábado
Un desayuno para “gente corriente”, 12:00
Desayunaremos en la cafetería Liudi kak liudi (Gente corriente), junto a la parada de metro Kitái Gorod. El local es tan pequeño que se pueden coger los platos de la barra sin levantarse de la mesa, sin embargo, es muy popular, por lo que si se quiere conseguir un sitio lo mejor es ir por la mañana.
El café se puede acompañar con un buen trozo de tarta (por las que son conocidos) y un batido de fruta fresca o frutos del bosque.
Descanso y un poco de deporte, 14:00
El Parque Gorki (metro Oktiábrskaya o Park Kulturi) es un vestigio de los últimos años de la época soviética y el centro neurálgico de las nuevas tendencias de la cultura popular. Desde su remodelación global en 2011, se reúnen aquí numerosos artistas que traen consigo a un público predominantemente intelectual.
Cuando no se celebran conciertos, festivales deportivos o exposiciones, el parque Gorki es un lugar agradable, con alamedas, un lago y bancos que recorren la orilla del río Moskova. En verano es posible echarse en una hamaca, tomar el sol en la playa Olívkovi o ver una película al aire libre. En invierno, deslizarse en trineo o patinar sobre hielo en la pista al aire libre más grande de Europa.
Cocina tradicional, 16:00
En un intento de adaptarse a las exigencias de los turistas, Moscú se ha saturado de pizzerías italianas, restaurantes japoneses, cafeterías francesas y pubs pseudoingleses. Ahora, solo es posible disfrutar de una comida rusa tradicional a precios razonables en cadenas de restaurantes o de comida rápida. Los restaurantes Teremok ofrecen, entre otros platos, varios tipos de grechka (guarnición tradicional a base de trigo sarraceno), sírniki (tortitas de requesón) y blinís (crepes rusas) con distintos tipos de relleno. En la cadena de tabernas Yolki-palki se puede comer la Shi Petróvskaya con smétana (una sopa a base de col acompañada con nata agria), la Ujá (una sopa de pescado) y Rasstegai con salmón (un tipo de empanadilla). Estos bares y restaurantes están repartidos por toda la ciudad.
El distrito del arte, 18:00
Krasni Oktiabr (Octubre rojo), junto al metro Kropótkinskaya, es un conjunto de edificios de ladrillo rojo situado en la isla Bolotni, en pleno centro de la capital. Antiguamente este territorio pertenecía a la fábrica de dulces del mismo nombre; el espacio que ocupaban los antiguos talleres acoge ahora exposiciones, conferencias sobre arte y arquitectura, y conciertos.
Fuente: Andrey Stenin / RIA Nóvosti
Es fácil coincidir aquí con algún evento cultural cualquier día de la semana: una exposición de fotografía en la Galería de los hermanos Lumière, un concierto en el bar Gipsy o una muestra de cine independiente en el club Dome.
Domingo
La pintura rusa, 12:00
Es hora de ir al encuentro de la pintura clásica rusa en la galería Tretiakóvskaya (parada de metro Tretiakóvskaya). Este palacete, pequeño a simple vista, situado en el callejón de Lavrúshinski, alberga una de las mayores colecciones del mundo de pintura rusa de finales del siglo XIX y principios del XX.
Una sola visita no es suficiente para verlo todo, por eso es mejor seleccionar con antelación las salas que se quieren visitar en el sitio web de la galería. Entre los autores expuestos, recomendamos encarecidamente a Vasnetsov, Súrikov, Savrásov y Vrúbel.
Almuerzo en un restaurante, 16:00
Proponemos almorzar en el legendario restaurante Yar (junto a la parada de metro Dinamo), sucesor de la cadena homónima de restaurantes moscovita de finales del siglo XIX. Antiguamente, los bailes zíngaros y el desenfreno daban fama al Yar. Hoy los visitantes vienen a saborear unos deliciosos varéniki (raviolis rusos) rellenos de cangrejo de Kamchatka o una sabrosa borsh (sopa de remolacha) con hígado de pato, y a disfrutar de la atmósfera de la vieja Moscú.
Sesión de teatro, 18:00
Fundado en 1898, el Teatro Académico del Arte de Moscú (MJAT) o teatro Chéjov (paradas de metro Teatrálnaya, Ojotni Riad) es el más antiguo de la capital. Sobre sus tablas cobran vida con igual maestría representaciones clásicas y piezas experimentales de directores noveles.
Los amantes del teatro tradicional tienen aquí una cita obligada con La gaviota, de Antón P. Chéjov; para los aficionados a la vanguardia, recomendamos la obra Izobrazhaya Zhertvu (Hacerse la víctima), dirigida por el director de moda Kiril Serébrennikov. Se recomienda comprar las entradas con antelación en las taquillas del teatro o en internet.
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