1. Una visita a la casa de un ruso, como muchas otras cosas en el país eslavo, se basa en la relación personal con el anfitrión. Por supuesto, las primeras veces hay que cumplir con algunas reglas comunes. Por ejemplo, siempre se suele fijar la fecha y la hora de antemano. Es una buena práctica avisar sobre la llegada al menos 15 minutos antes. Bajo ciertas circunstancias cinco minutos también pueden ser aceptables. Si no puede hacerlo, simplemente llame a la puerta.
2. Tenga en cuenta que la primera cosa que le van a ofrecer son unas zapatillas de andar por casa. El anfitrión solo quiere ser amable. Casi cualquier familia rusa tiene un cajón especial cerca de la entrada para guardar allí zapatillas de todos los colores y tamaños, que suelen distribuir generosamente entre los invitados. Para no ofender a sus amigos rusos no dude en descalzarse y probárselas, incluso si son rosas, están cubiertas con piedras de colores o son de la talla 45.
3. Si vive en Rusia y decide organizar una fiesta épica (algo que no es raro en este país), preste atención especial a este punto. Antes de la llegada de los invitados le recomendamos hablar con sus vecinos para que sepan que habrá más ruido de lo habitual. En caso contrario es muy posible que haya una visita inesperada de hombres vestidos de uniforme.
4. Si asiste a una fiesta que se alarga demasiado y le da pereza volver a casa y el metro está cerrado, puede quedarse en la casa del anfitrión. Lo más seguro es que este no se oponga. El número de invitados que pueden quedarse en el lugar de la fiesta no tiene que ver con el espacio del apartamento, sino con la cantidad del alcohol consumido.
No se sorprenda si un día encuentra a un amigo ruso durmiendo en su sofá.
5. Tenga en cuenta que cuando vaya a casa de un ruso, no solo conocerá a sus amigos sino también a sus padres, abuelos, hermanos y demás familiares. En Rusia no es extraño que una gran parte de la familia viva bajo el mismo techo.
6. Los anfitriones rusos suelen ser muy hospitalarios, a veces incluso demasiado. Así que es recomendable llegar a su casa con hambre. Hasta recomendamos no comer nada el día de la visita, si es posible, porque no importa si quiere comer o no.... le van a agasajar. Incluso si come todo lo que le han ofrecido, indudablemente habrá algo más en la nevera, porque cocinar “para el futuro” es otra característica del carácter de los rusos. Tendrá que comerlo todo si no quiere que se sientan profundamente ofendidos y prepárese para que le ofrezcan alguna bebida. ¿Un vodka?
7. Hay una cosa que no depende de la relación con la persona que le invita: no se puede llegar a una casa con las manos vacías. Hay que llevar un pequeño regalo, bien sea una botella de vino, un poco de fruta o queso. Seguramente tendrá que comerlo, así que elija bien.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: