El Emperador regresaba a su campamento desde el campo de batalla cuando fue atacado repentinamente por un destacamento cosaco que se había colado en la retaguardia de las tropas francesas. Durante la lucha con el convoy, un cosaco se abrió paso para llegar hasta Napoleón y trató de matarle con un verduguillo.
Bonaparte se salvó de la muerte gracias a su ayudante, el teniente general Gaspard Gourgaud. Este disparó al cosaco con una pistola.
El propio Gourgaud también sobrevivió milagrosamente aquel día. El verduguillo del cosaco golpeó la medalla de la cruz de la Legión de Honor, que el teniente general había ganado por su distinción en la batalla de Dresde en 1813.
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