Cuando dos escoceses abrieron los primeros grandes almacenes de Rusia

Historia
ALEXANDRA GÚZEVA
Considerados los grandes almacenes más a la moda del Moscú moderno, los TsUM (Tsentralni Universalni Magazín) fueron también el primer lugar de la Rusia zarista donde un cliente podía comprar casi de todo a la vez.

Corre el año 1857. San Petersburgo. El Imperio ruso está gobernado por Alejandro II. Faltan cuatro años para la abolición de la servidumbre.

En esta época, el comercio florece en el país. Representantes de la antigua dinastía de comerciantes fundan la casa comercial “Hermanos Eliséiev” y venden en la ciudad vino, café, té, arroz, queso y otras mercancías extranjeras. Muchos extranjeros también se dedicaban con éxito al comercio e incluso eran proveedores de la corte imperial.

Ese mismo año, dos escoceses llamados Archibald Mirrielees (1797-1877) y Andrew Muir (1817-1899) registraron la marca “Muir & Mirrielees” y se dedicaron a la venta al por mayor de accesorios de costura en San Petersburgo. También cosían sombreros de señora, fabricaban muebles y comerciaban con diversos artículos procedentes de Gran Bretaña: hilos, encajes, telas y mucho más.

En 1867, Muir y Mirrielees abrieron una sucursal en Moscú. Su tienda mayorista de sombreros de señora y otros accesorios apareció en el centro de la ciudad, en la calle Kuznetsky Most.

Los primeros grandes almacenes

A la muerte de Mirrielees, Muir y su nuevo socio, Walter Phillip, decidieron dedicarse a la venta al por menor. En 1885 abrieron otra tienda en Moscú, justo enfrente del Teatro Bolshói. La tienda “Muir & Mirrielee” de tres plantas, seguía el modelo de “Le Bon Marche” de París, uno de los primeros grandes almacenes del mundo.

Los escoceses confiaban en un gran surtido de mercancías y no contaban con los ricos, como principales clientes sino con el público en general: la “clase media” y la burguesía. Los moscovitas, que antes tenían que ir a varias tiendas diferentes, podían, a partir de entonces, comprar casi todo en un mismo sitio: ropa y accesorios, muebles, porcelana, perfumes, artículos de papelería. Sólo faltaban los productos comestibles.

“Muir & Mirrielees” fueron también los primeros en Rusia en hacer catálogos de sus productos y organizar ventas especiales. Al mismo tiempo, en los periodos de rebajas, los precios eran fijos y era imposible regatear.

En 1900, la tienda se incendió, pero en 1908 ya se había construido en su lugar un nuevo y lujoso edificio. Diseñado por el arquitecto Román Klein, el edificio de estilo gótico de siete plantas se ha mantenido hasta hoy.

El renovado “Muir & Mirrielees” se convirtió en un lugar increíblemente popular. Los visitantes no sólo quedaban asombrados por la abundancia de artículos y la belleza de la arquitectura, sino también por el hecho de que tuviera el primer ascensor eléctrico y las primeras puertas giratorias de Moscú. Había un portero en la entrada y las pituitarias de los clientes se veían inmediatamente asaltadas por agradables aromas, ya que los departamentos de perfumería se encontraban siempre en la primera planta.

“Muir & Mirrielees” también poseía una “fábrica de muebles y bronce” en Moscú y sus productos también se comercializaban en los grandes almacenes. El edificio de la fábrica, de estilo gótico, también fue construido por el mismo arquitecto.

Un nombre que se hizo común (y un pequeño meme)

Todo el mundo en el Moscú zarista conocía el nombre “Muir & Mirrielees”. Sin embargo, para un oído ruso, el nombre sonaba demasiado extranjero y extraño, por lo que, a veces, causaba curiosidad. El escritor Mijaíl Prishvin dejó la siguiente nota en su diario: “Toda mi vida he oído ‘Muir & Mirrielees’ y me lo imaginaba como un matrimonio alemán: como si Muir fuera un marido y Mirrielees su mujer. Y luego, resulta que Mirrielees es un hombre, un inglés y un cazador apasionado”.

Así que con el tiempo, en aras de la simplicidad, pasó a ser conocido simplemente como “Muir” (“Miur” a la manera rusa). En la novela de Mijaíl Bulgákov Corazón de perro, un personaje llamado profesor Preobrazhenski le dice a su criado: “Ve al Miur y cómprale [al perro] un buen collar con cadena”.

La hermana de Antón Chéjov recordaba que, en su finca Mélikovo, había dos perros mestizos, a los que él apodaba “Muir” y “Mirrielees”. El propio escritor, cuando pasaba las vacaciones en Crimea, encargaba sombreros y gorras de su catálogo.

De ‘Muir’ a ‘TsUM’

Tras la Revolución bolchevique de 1917, la tienda fue nacionalizada y permaneció cerrada durante varios años. Bulgákov escribió: “El ‘Muir & Mirrielees’ sigue ennegreciendo silenciosa y vacíamente sus enormes escaparates”. Pero, en 1922, durante la adaptación de la nueva política económica (lee más sobre la “NEP” aquí)  se abrieron en el edificio los “Mostorg” (literalmente “Comercio de Moscú”), los mayores grandes almacenes del país. Sin embargo, no todo el mundo podía comprar algo allí; se necesitaban cupones especiales.

En 1933, Mostorg pasó a llamarse TsUM, abreviatura de Tsentralni UniversalniMagazín, como se sigue llamando hoy en día. Después de la guerra, dejó de ser accesible a todo el mundo y se convirtió en una tienda elitista. Incluso hoy, una bolsa de la compra de “TsUM'”se considera signo de riqueza.

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