Cuando unos ‘gigantes’ rusos sirvieron en Prusia

Historia
GUEORGUI MANÁIEV

El rey Federico Guillermo I de Prusia era un hombre de baja estatura: medía unos 165 centímetros. Sin embargo, quería que sólo “gigantes” sirviesen en su regimiento real: la estatura mínima de sus soldados era de 188 centímetros. Los reyes de otros países, deseando complacer a Federico Guillermo, le enviaban a los más altos de sus soldados. A los soldados reclutados para este regimiento se les llamaba “tipos largos” y también gigantes de Potsdam.

Pedro el Grande mantenía buenas relaciones con Federico, y desde 1715 le envió soldados rusos altos en máz de una ocasión. Entre 1712 y 1724 unos cuatrocientos soldados rusos fueron a Prusia, y después la emperatriz rusa Ana I de Rusia mantuvo esta tradición.

No todos los enviados entraron en el regimiento real, sólo los más altos de ellos. El resto pasaba a servir en el ejército prusiano. Los “gigantes de Potsdam” no lucharon en los combates, el rey de Prusia les hacía desfilar delante de él y de sus invitados, admirando su alineación. También intentó casar a sus “chicos altos” con chicas altas, con la esperanza de que sus descendentes también se destacaran por su altura.

A la muerte del rey, en 1740, el regimiento contaba con 3.200 hombres. El hijo del rey, Federico II, no compartió la pasión de su padre y repartió a los “gigantes” entre diferentes regimientos. Isabel I de Rusia, atendiendo a las súplicas de los familiares de los soldados, intentó devolver a Rusia algunos de los “gigantes rusos (en 1746 aún quedaban unos 80 en Prusia). Pero no se sabe si finalmente regresaron a casa.

Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes

LEE MÁS: José De Ribas, el español que fundó Odessa para Catalina la Grande de Rusia