No era raro que los que habían sido soldados del ejército del zar (y habían luchado en la Gran Guerra) se alistaran en el Ejército Rojo y lucharan en el conflicto más sangriento de la historia de la humanidad, la Segunda Guerra Mundial. Algunos de ellos recibieron las más altas condecoraciones zaristas y soviéticas.
Konstantín Nedorubov
El cosaco del Don, Konstantín Nedorubov, fue condecorado con cuatro cruces de San Jorge por sus hazañas en combate contra alemanes y austriacos. Junto con sus compañeros capturó cuarteles generales y baterías de artillería y apresó grandes destacamentos enemigos.
Cuando la Alemania nazi invadió la Unión Soviética, él ya tenía más de 50 años, pero eso no le impidió convertirse en comandante del escuadrón de caballería cosaca Don. En 1943, este valiente veterano de dos guerras mundiales recibió el título de Héroe de la Unión Soviética.
Grigori Aguéiev
Grigori Aguéiev tenía sólo 13 años cuando obtuvo su primera condecoración por robar una ametralladora alemana de una trinchera. En total, al igual que Nedorubov, recibió cuatro Cruces de San Jorge.
Durante la Segunda Guerra Mundial, desempeñó un papel importante en la liberación de la ciudad de Tula. En particular, participó en la creación de batallones de asalto de la Milicia Popular y luchó contra el enemigo. Falleció el 30 de octubre de 1941 y más de dos décadas después, el 8 de mayo de 1965, se le concedió a título póstumo el título de Héroe de la Unión Soviética.
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