¿Había chocolate en la URSS?

Historia
ELEONORA GOLDMAN
El sabor de la infancia soviética se componía, efectivamente, de tabletas de chocolate, figuras de chocolate y kits de chocolate.

Muchos de los chocolates favoritos de los rusos de hoy se inventaron en la época soviética e incluso antes. Alionka, Vdojnovéniye (“Inspiración”, en español), Stratosfera, Krásnaia shápochka (Caperucita Roja), Mishka na sévere (“Osito en el Norte”): estos y muchos otros bombones de chocolate provocan un ataque de nostalgia en los rusos que nacieron en la URSS. Entonces, ¿por qué el chocolate de la infancia soviética se recuerda más sabroso que el de hoy?

Cómo apareció el chocolate en la URSS

El chocolate llegó a Rusia procedente de Europa en el siglo XVIII y se popularizó al instante.

A principios del siglo XX, ya había cientos de fábricas de chocolate en Rusia. Las más famosas eran la Sociedad de los hijos de A. I. Abrikósov, la Fábrica de Einem, la Casa comercial Siou fils & C.

Sin embargo, el chocolate era muy caro y estaba fuera del alcance de la mayoría de la gente.

Tras la Revolución Bolchevique de 1917 y la Guerra Civil (1918-1923), se nacionalizaron las fábricas de chocolate y se les asignaron nuevos nombres, que siguen siendo conocidos hoy en día. Babáievski, Krasni Oktiabr, Bolshevik, Rot Front y otros.

Durante la Segunda Guerra Mundial, las fábricas de confitería situadas cerca del frente fueron evacuadas a la retaguardia: Penza, Novosibirsk, Samara (entonces Kúibishev) y muchas otras ciudades y regiones del país. Las tabletas de chocolate, junto con otros productos, se enviaban entonces a los soldados del frente.

El verdadero auge de la industria chocolatera no comenzó hasta después de la guerra. La producción crecía en la URSS cada año. En 1913, las importaciones de cacao en grano al Imperio ruso ascendían a poco más de 5.000 toneladas (¡lo que equivalía a unos 30 gramos por cada habitante del país!), en 1938  esta cifra aumentó a casi 15.000 toneladas (unos 90 gramos por persona), y en 1987 fueron 148.000 toneladas (¡lo que equivalía a más de 500 gramos por persona!).

El chocolate soviético llegó incluso a exportarse al extranjero. En las décadas de 1970 y 1980, las cifras ascendían a unas 4.600 toneladas de confitería.

¿Por qué era tan delicioso el chocolate soviético?

Las personas que crecieron en la URSS recuerdan el sabor del chocolate soviético. Aunque había escasez de muchos productos, se podía conseguir chocolate en cualquier momento, y era relativamente barato. Por supuesto, antes de fiestas como Nochevieja y el 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer), las cajas de chocolate más populares eran barridas de las estanterías.

El resto del tiempo, prácticamente todas las tiendas de comestibles tenían chocolates locales elaborados según la Norma Estatal (GOST), utilizando sólo ingredientes naturales. No había competencia entre fábricas y todas producían según las directrices estatales. Sí, había premios y galardones del sector, pero no había necesidad de hacer trampas con la estructura o el peso de los productos. Los chocolates eran los mismos en Moscú que en Jabárovsk.

El aceite de palma se importó por primera vez a la URSS en 1961 como experimento. Pero hasta finales de los 70 y principios de los 80 no empezó a utilizarse sistemáticamente en la industria alimentaria. Sin embargo, su cantidad también estaba regulada por GOST.

Al mismo tiempo, las habas de cacao eran de gran calidad. Se importaban de países africanos, a cambio de lo cual la Unión Soviética construía fábricas y estructuras hidráulicas.

Los chocolates soviéticos favoritos de hoy

Quizá no había nadie en la Unión Soviética que no conociera el sabor del chocolate Alionka. Ya sabes, el de la chica con pañuelo en el envoltorio. El primer chocolate con leche soviético salió al mercado en 1965 y fue muy apreciado en todo el país, debido a su delicado sabor y su precio asequible (más información aquí).

El chocolate Vdojnovéniye, con el Teatro Bolshói representado en su envoltorio, apareció en 1967. Fue el primer chocolate en porciones del país, con cada pieza envuelta en una lámina separada.

Los más populares y codiciados eran los bombones Mishka na sévere (empezaron a producirse en 1939 en Leningrado [actual San Petersburgo]), Krásnaia shápochka, que eran barquillos rellenos de praliné de nuez y recubiertos de chocolate (producidos desde 1955 en la fábrica de Krasni Oktiabr), Stratosfera y Soufflé (producidos desde 1936).

En los años setenta, aparecieron en las estanterías de las tiendas unas grandes tabletas de chocolate llamadas “Gulliver”. También tenían relleno de gofre. Por regla general, los padres regalaban a sus hijos este tipo de chocolatinas en vacaciones.

Además, la Unión Soviética también producía chocolate prerrevolucionario. Los más famosos eran Mishka kosolapi (“Oso rechoncho”), Citrón y Nu-ka, otnimí (“Intenta llevártelo”). Todavía se pueden encontrar en cualquier tienda rusa.

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