El ferrocarril transpolar de Stalin que no llegó a ser finalizado

Historia
NIKITA PETROV
En los suburbios de Salejard hay una vieja locomotora de vapor colocada sobre un pedestal. Así es como los lugareños inmortalizaron el recuerdo de uno de los proyectos soviéticos más ambiciosos más allá del Círculo Polar Ártico.

La Línea Principal Transpolar fue uno de los últimos proyectos de “gran construcción” de Iósif Stalin. Debía conectar las ciudades de Chum, Salejard, Nadim, Novi Urengói e Igarka, lo que suponía construir un total de 1.300 km de vías a través de bosques, ríos y pantanos prácticamente intransitables.

Su construcción comenzó en 1947, cuando unos 80.000 prisioneros del Gulag recibieron la orden de tender vías a partir de ambos extremos de la futura línea. Todo el proyecto fue altamente clasificado: el tramo occidental de la línea se codificó como “nº 501” y el oriental como “nº 503”.

Se decidió no construir puentes ferroviarios sobre el Obi y el Yeniséi. En su lugar, se planeó cruzar los ríos en verano con transbordadores y en invierno sobre el mismo hielo.

Las obras se prolongaron durante casi seis años. En este tiempo se completaron 700 km de la vía férrea, aunque las dos secciones nunca llegaron a conectarse. Tras la muerte de Stalin en 1953, la construcción se detuvo, se cerraron los Gulags y las vías construidas se abandonaron rápidamente.

En la actualidad, sólo queda en funcionamiento un tramo de 200 km de la línea ferroviaria original entre Chum y Labitnangi (una ciudad al otro lado del río Obi desde Salejard), en el que paran trenes procedentes de Moscú y Vorkutá.

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