En la época soviética, por extraño que parezca, el Día de la Victoria era ante todo un día de luto. Por lo general, sólo había un pequeño desfile de veteranos en la Plaza Roja, mientras que. en otros lugares, los que lucharon en la guerra se reunían en privado entre ellos. Recordaban a sus compañeros que murieron luchando y colocaban flores en sus tumbas. Podían guardar un minuto de silencio, llorar y susurrar: “Nunca más”.
El veterano de guerra Dmitri Kudáshev sostiene una foto de la época de la guerra en la que aparece entrando en el Belgrado liberado en septiembre de 1945 (foto - 1965).
Una enfermera asiste a las celebraciones en la Plaza Roja (1968).
Reunión de veteranos de la Segunda Guerra Mundial cerca del Museo Central de las Fuerzas Armadas de la URSS en Moscú (1970).
Reunión de pilotos el 9 de mayo de 1970 en la plaza frente al Teatro Bolshói.
Una mujer asiste a un desfile de veteranos en la Plaza Roja vestida con su antiguo uniforme (1971).
Vals al ritmo de las viejas canciones de guerra (década de 1970).
Algunos veteranos que no podían asistir a las celebraciones se ponían sus medallas en casa, y revisaban álbumes de fotos, contando a hijos y nietos historias sobre aquellos tiempos, (años 70).
Compañeros de regimiento se reúnen en el complejo conmemorativo de la Fortaleza Heroica de Brest, 1972
Un veterano de guerra se reúne con pioneros soviéticos (años 70).
El escritor Konstantín Símonov (en el centro) posa con corresponsales de guerra y veteranos (1975).
Emociones (1976)
Participantes de la batalla de Stalingrado reunidos en una escuela local (1977).
‘Fue una vez en mayo’. Un veterano en Kazán, República de Tataristán (1977).
Las mujeres podían llevar su uniforme, o simplemente vestirse y ponerse todas sus medallas (1977).
Una veterana en Moscú (1977).
Reunión cerca del Teatro Bolshói (1978).
Una reunión largamente esperada de los que lucharon hombro con hombro y se ayudaron mutuamente (1978).
Día de la Victoria en Moscú. Después de la guerra, muchas personas quedaron sin brazos y/o sin piernas (1979).
Los veteranos solían llevar todas sus condecoraciones y medallas (1979).
Los veteranos charlaban con los curiosos, los niños y los estudiantes, respondiendo a sus preguntas, pero no les gustaba mucho hablar de los horrores de la guerra, sólo del valor de sus compañeros (1979).
Veteranos asistiendo a la celebración del Día de la Victoria en el estadio central de la ciudad de Cheliabinsk (1980).
Regalar flores a los veteranos fue siempre una buena tradición (1982).
Veteranos y otras personas se dirigen a la celebración del Día de la Victoria en el Parque Gorki de Moscú (1983).
“¿Dónde estáis, mis hermanos de armas?” Un veterano sostiene un cartel con el título de su división (1983).
“Todavía hay pólvora en los frascos”, una cita de la novela de Nikolái Gogol Tarás Bulba es ahora una frase común que significa que uno todavía es lo suficientemente valiente y fuerte y puede hacer cualquier cosa, incluso bailar en su venerable edad (1983).
Recordando canciones del ejército... (1983).
... y los días pasados (1983).
La tradición de los grandes conciertos y festejos para celebrar el Día de la Victoria no comenzó hasta los años 80 (foto - 1983).
Descansando después de las ceremonias oficiales en la Plaza Roja (1985).
Tres generaciones: Durante las celebraciones del 50º aniversario de la Victoria en 1995.
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