Durante el mandato de Mijaíl I de Rusia se estableció la conocida como “paz eterna” con Suecia y se acordó un armisticio con Polonia.
El joven zar fue capaz de mantener la armonía social y el consenso a lo largo de su reinado, que duró tres décadas. Sus cualidades personales ayudaron a fomentar este éxito, y se le recuerda como una persona delicada y amable. Según el historiador Serguéi Soloviov, tales rasgos ayudaron, por raro que parezca, a fortalecer la autoridad del zar ante la nación.
Como comentábamos, se afirma que Mijaíl era muy aficionado a las flores, e importó algunas al país. Bajo su gobierno, los rosales aparecieron por primera vez en Rusia. Sin embargo, el zar no sólo trajo flores del Oeste. También invitó a los extranjeros a establecer industrias en el país
El mayor logro de Mijaíl, sin embargo, fue el restablecimiento del orden y la consolidación del país, que había sido desgarrado por los muchos conflictos de la “Época de las Revueltas”.
LEE MÁS: La dinastía Romanov comenzó con un tierno adolescente al que le gustaban las florecillas