Nació en 1870 en Simbirsk, en el seno de la familia intelectual de un inspector de la academia pública y noble llamado Ilyá Uliánov.
Lenin era un niño grande y de cuerpo hinchado, conocido por su comportamiento bullicioso, su afición a correr de un lado a otro y -según su hermana mayor- por caerse a menudo y golpearse la cabeza, lo que no le hacía ser más cuidadoso.
A Vladímir le encantaban los juegos ruidosos y peligrosos y a menudo rompía sus propios juguetes. También le gustaba mandar a otros niños y burlarse de ellos. Sabiendo que a su hermana le daban miedo las raíces de las plantas, arrancaba una y la sacudía delante de su cara. O, al darse cuenta de que su hermano menor, Borís, lloraba al son de una canción infantil sobre una pequeña cabra, Lenin cantaba esa canción de manera lenta y con una voz especialmente baja. Sin embargo, a pesar de su comportamiento travieso, el pequeño Volodia era un niño brillante. Aprendió a leer a los cinco años y no tuvo problemas para matricularse en el gimnasio más adelante.
Lenin hablaría más tarde de su feliz infancia, pero nunca dejó de mencionar las dificultades a las que se enfrentaban los obreros y campesinos de Rusia: “Tengo muy buenos recuerdos de la infancia. Vivíamos con calor, no conocíamos el hambre, estábamos siempre rodeados de diversos acontecimientos culturales, libros, música, entretenimiento y paseos. Pero no se puede decir lo mismo de los niños campesinos”.
Más tarde, cuando se hizo mayor, Lenin mostraría algunos rasgos de carácter desagradables. En una ocasión ridiculizó a su profesor de gimnasia, un francés que había trabajado como cochero, por una falta de ortografía tonta que, según insinuó Lenin, se debía a los humildes orígenes del profesor. El escándalo fue tal que el futuro padre del comunismo soviético estuvo a punto de echar por tierra unas notas impecables. Lenin era un alumno de sobresaliente en todas las asignaturas, excepto en lógica, donde tenía un notable. Se le caracterizaba como “muy talentoso, siempre trabajador y ordenado”.
Sin embargo, un mes antes de que Volodia recibiera su nota final, la tragedia se abatió sobre la familia Uliánov. Su hermano mayor, Alexánder, fue ejecutado por planear el asesinato del zar cuando Lenin tenía 17 años. Este acontecimiento puso bruscamente fin a su despreocupada juventud. Hizo que Vladímir Uliánov siguiera la senda de lucha contra el régimen zarista, que ya había comenzado en sus días en la Universidad de Kazán.