Este artículo partió de una pregunta planteada por uno de nuestros lectores: “¿Quién ocupba el lugar del zar ruso si caía enfermo o en batalla? [...] Por ejemplo, ¿quién ocupó el lugar de Pedro durante la Gran Embajada?”. Si tú también te hiciste alguna pregunta sobre la historia, la cultura o la vida cotidiana de Rusia, no dude en enviarnos un correo electrónico a info@rbth.com.
Respuesta corta: Nadie podía realmente ocupar el lugar del zar ruso en la toma de decisiones. Sin embargo, fue Pedro el Grande quien intentó otorgar a una institución gubernamental el derecho a tomar las decisiones que normalmente tomaba el zar. No tuvo éxito.
¿Quién asumía la responsabilidad de gobierno cuando el zar ruso caía enfermo?
En octubre de 1900, el emperador Nicolás II contrajo la fiebre tifoidea y durante algún tiempo estuvo tan débil que se temió que pudiera morir. Durante su enfermedad, nadie tomó decisiones en su lugar: el único tema de discusión en los círculos superiores era sobre quién le sucedería. El historiador Ígor Zimin escribe que se formaron dos partidos: uno apoyaba al Gran Duque Mijail Alexándrovich, hermano de Nicolás, como nuevo emperador. Otro partido quería esperar a que la emperatriz Alexandra Fiodorovna, que entonces estaba embarazada, diera a luz, con la esperanza de que fuera un niño el que fuera declarado heredero.
Finalmente, Nicolás se recuperó. Pero, ¿por qué ninguna persona ni institución estatal podía tomar decisiones por el zar cuando estaba enfermo? La respuesta es: responsabilidad. Recordemos que en Rusia, los zares eran ungidos para el zarato: participaban en una ceremonia religiosa especial durante su coronación. Esta ceremonia contribuyó a la idea de que el zar estaba dotado de una autoridad y responsabilidad especiales, y que era el único que podía tomar realmente las decisiones relativas al bienestar y la vida misma de sus súbditos: el pueblo ruso.
¿Quién tomaba el control estatal cuando el zar estaba lejos en la guerra?
En 1547-1552, Iván el Terrible comandó el ejército de Moscú en varias campañas contra el Janato de Kazán. Obviamente, el “gobierno” del zar de Moscú, la Duma de los boyardos, se quedó en Moscú, y el anciano boyardo Iván Morozov-Poplevin fue puesto “a cargo” de la Duma. Pero la unidad del cuartel general, la oficina ejecutiva del zar y sus principales consejeros, se trasladó con él. La misma práctica continuó en el siglo XVII y durante los años del Imperio Ruso.
¿Por qué Pedro el Grande decidió crear el Senado de Gobierno?
El 20 de noviembre de 1710, el Imperio Otomano declaró la guerra a Rusia. Pedro decidió dirigir personalmente la campaña contra los otomanos, y obviamente temió por su vida. Así lo confirma Juel Just, el enviado danés a Rusia, quien escribió que, poco antes de partir, Pedro presentó a su entonces prometida Catalina a su hermana y sobrinas y les dijo que “debían considerarla su legítima esposa y la zarina rusa”. [...] El zar dejó claro que si moría antes de poder casarse, después de su muerte, tendrían que seguir considerándola su legítima esposa”. Así pues, esta vez el zar temió realmente por su vida y decidió que debía crear una institución que le sustituyera en caso de muerte repentina.
Mientras estaba en campañas militares antes de 1711 (por ejemplo, la guerra ruso-sueca del Norte) que aún estaba en curso), Pedro confiaba los asuntos del Estado a sus diversos consejeros. Pero justo antes de su partida para luchar contra los otomanos, el 5 de marzo de 1711, formó oficialmente el Senado de Gobierno.
El primer Senado estaba formado por nueve personas. “Todos deben obedecer sus órdenes, como si fueran las mías, a riesgo de sufrir un severo castigo o la muerte”, escribió Pedro. También dejó las directrices sobre lo que debía hacer inmediatamente el Senado de Gobierno: “Tener un juicio no hipócrita, limitar los gastos del Estado, recaudar todo el dinero posible, convocar a los jóvenes nobles [al servicio del Estado], aumentar el comercio chino y persa”, etc. Obviamente, estas no eran responsabilidades del Senado de Gobierno, sino necesidades urgentes del momento.
En el otoño de 1711, Pedro regresó de la campaña, pero el Senado de Gobierno no se disolvió: a la institución se le encomendaron diferentes responsabilidades, como la distribución de rangos y la supervisión del sistema judicial. Sin embargo, el Senado de Gobierno nunca llegó a reemplazar o sustituir totalmente al zar ruso.