El palacio Yusúpov en el malecón Moika en San Petersburgo es un lugar legendario. Originalmente la casa pertenecía a los condes Shuválov. Posteriormente se la compró Catalina la Grande y se la regaló a la sobrina de su favorito, el príncipe Grigori Potemkin. Finalmente, en la primera mitad del siglo XIX, la casa fue comprada por el príncipe Borís Yusúpov.
La familia Yusúpov, una de las más antiguas y ricas de Rusia, vivió aquí hasta la Revolución de 1917. Habían reconstruido ampliamente el palacio y con ellos adquirió su suntuoso aspecto. Fue aquí donde Félix Yusúpov y sus cómplices mataron a Grigori Rasputín.
Cada sala de este palacio es una verdadera obra de arte. Sorprende ver que hasta tiene su propio teatro. Echemos un vistazo al interior.
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