El concepto de este vehículo de combate se presentó en 1944. La base del armamento T-10 consistía en un nuevo cañón D-25TA de 122 milímetros. Gracias al equipo electromecánico, la velocidad de su disparo se incrementó de tres a cuatro por minuto, a diferencia de su predecesor con dos o tres disparos por minuto.
El tanque inicialmente tenía un gran potencial de modernización, por lo que se fabricaron varios modelos en el período de producción en serie de 1954 a 1966.
En total, se produjeron más de 1500 tanques T-10. Según muchos expertos, este vehículo de combate fue competitivo hasta finales de los años ochenta del siglo pasado, con la instalación de un nuevo sistema de control de incendios y protección dinámica.
Dejó de usarse definitivamente en 1993.
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