Naturalmente, Margaret comenzó su odisea en la capital, Moscú. Allí, fotografió la vida bajo los bolcheviques, y echó un vistazo entre bastidores del Teatro Bolshói.
Margaret también estaba interesada en la vida de los pueblos y sacó una serie de tomas del interior de la Unión Soviética.
La fotógrafa también visitó la tierra natal de Stalin, Georgia, y tomó algunos retratos únicos de su madre y su abuela.
También fue a las fábricas, observó la construcción de la central hidroeléctrica de Dnieper, y visitó los Urales, haciendo algunas tomas increíbles de la industrialización soviética. Las fotos de Margaret de fábricas y obras de construcción y sus retratos de trabajadores le dieron en EE UU.
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