Noches en una tienda de campaña, canciones alrededor del fuego, patatas cocinadas en una fogata.. En la época soviética, el senderismo era un pasatiempo muy popular. Los mochileros exploraban la taiga, hacían rafting y kayak en los rápidos ríos de los Urales e hicieron amigos de por vida.
Los orígenes del excursionismo como actividad organizada en Rusia se remontan a la década de 1920, cuando se creó la Sociedad Proletaria de Turismo y Excursiones. A principios de los años 30 contaba con más de 90 campamentos y casi un millón de miembros permanentes. La palabra turismo no significaba ir de vacaciones a la playa en el mar Negro (aunque, por supuesto, mucha gente lo hacía), sino más suponía ir de excursión, explorar una zona concreta y superar obstáculos naturales: montañas, ríos, nieve.
Antón Makarenko, un prestigioso pedagogo soviético de los años 30, usaba las caminatas como una forma de recompensar a su equipo tras un año académico exitoso. Esta práctica siguió siendo muy popular hasta el final de la época soviética.
Después de la guerra, el senderismo se generalizó Todos los centros de distrito tenían clubes de senderismo, mientras que las grandes ciudades tenían oficinas de excursiones. Además, cada empresa y cada institución educativa tenía un grupo de senderismo. Ofrecían rutas de senderismo específicas, tanto locales como a zonas remotas del país.
En septiembre de 1965, se celebró en Brest la primera convención nacional de senderismo, seguida de una excursión dedicada a los lugares de gloria militar. Durante varios años, más de tres millones de personas participaron en caminatas durante las cuales erigieron monumentos a los fallecidos en la Gran Guerra Patria.
En la URSS era una práctica habitual tener una norma establecida para cada actividad, y el excursionismo no era una excepción. Se desarrollaron ciertas rutas que debían cubrirse cumpliendo objetivos específicos. Se daba mucho valor al buen trabajo en equipo, ya que en una caminata, la vida de uno podía depender de ello. No era raro que en la época soviética, la gente a menudo hiciera amigos para toda la vida o encontrara compañeros de vida en una excursión. Siempre podían confiar en esas relaciones ya que en situaciones extremas, la gente tiende a revelar su verdadera forma de ser.
El excursionismo se consideraba un deporte en la URSS, por lo que los excursionistas recibían títulos deportivos y competían en varias categorías.
En 1939, el Comité Sindical de Cultura Física y Deportes estableció una insignia de distinción llamada “Turista de la URSS”. No otorgaba ningún privilegio recibirla, pero se consideraba prestigiosa. Para obtenerla había que cumplir una serie de objetivos específicos en uno de los cuatro tipos de turismo deportivo: turismo acuático, senderismo, ciclismo o esquí.
Los que competían en la categoría de turismo acuático debían saber nadar, conocer la estructura y los tipos de embarcaciones y ser competentes en el rescate acuático. Los excursionistas debían conocer las técnicas para el uso racional de la energía durante las excursiones y ser capaces de manejar diferentes equipamientos.
Se esperaba que los ciclistas estuvieran familiarizados con diferentes tipos de senderos y diferentes tipos de bicicletas. Mientras que el esquí se consideraba uno de los deportes más extremos del país y los que lo practicaban debían ser capaces de esquiar en diferentes situaciones.
Los concursos estaban abiertos a cualquiera que hubiera hecho más de dos caminatas. Además, cada participante debía ser capaz de montar una tienda de campaña o construir un refugio, prestar primeros auxilios y saber orientarse.
Las reglas que regían estas competencias cambiaron de vez en cuando. Por ejemplo, desde mediados de los años 50, se introdujeron objetivos para los adolescentes que practicaban el turismo deportivo y los que los cumplían recibían el título de “Joven Turista”. Para optar al título uno tenía que ser capaz de hacer un fuego, interpretar y seguir las pistas y orientarse usando una brújula.
En la década de 1960, se introdujo el título de “Maestro en Turismo”. Para obtenerlo había que hacer 12 largas caminatas a través de cuatro regiones que cubrían un total de 3.000 km. En la época soviética, solo 600 personas lograron obtener este título, mientras que los que obtuvieron la insignia de “Turista de la URSS” fueron más de 600.000. También hoy en día, los excursionistas pueden obtener títulos deportivos.