Esta era la unidad militar favorita de Stalin (Fotos)

Nikolái Málishev/TASS
Iósif Stalin fue uno de los fundadores del 1er Ejército de Caballería y siempre lo tuvo en alta estima. Y muchos de los soldados que sirvieron en esa unidad disfrutaron de su confianza personal y amistad.

En la Unión Soviética, el 1er Ejército de Caballería siempre fue percibido como uno de los principales símbolos de la victoria bolchevique en la Guerra Civil Rusa. Al Primer Ejército de Caballería se le dedicaron canciones, pinturas y películas. Y aunque en realidad no fue tan invencible e impecable como la propaganda soviética intentaba retratarlo, en su momento el Primer Ejército de Caballería se convirtió en la fuerza más formidable del Ejército.

Comandantes del Primer Ejército de Caballería

Los bolcheviques se inspiraron en sus enemigos del el Ejército Blanco para crear un ejército de caballería. Se sorprendieron cuando la caballería blanca del general Konstantín Mámontov, tras penetrar en las posiciones del Ejército Rojo del Frente Sur en agosto-septiembre de 1919, llevó a cabo una audaz y muy efectiva incursión en la retaguardia de los bolcheviques. En noviembre, el primer ejército de caballería del Ejército Rojo se creó sobre la base del Cuerpo de Caballería de Mámontov. Su comandante era Semión Budionni.

Mitrofán Grékov. Trompetistas del 1er Ejército de Caballería.

Uno de los impulsores de su creación fue Iósif Stalin, que en aquel momento era miembro del Consejo Militar Revolucionario del Frente Sur. Siempre había sentido una especial consideración por el ejército y los que servían en él. El 1er Ejército de Caballería era también una gran reserva de talentos que daría al país siete futuros mariscales y numerosos generales.

Semión Budionni (centro, tercera fila desde arriba) y comandantes del 1er Ejército de Caballería.

En diferentes momentos, el 1er Ejército de Caballería contó con entre 14.000 y 19.000 personas, una cifra impresionante para los estándares de la Guerra Civil. Su núcleo estaba formado por divisiones de caballería, pero, de vez en cuando, se reforzó con unidades de infantería, trenes blindados y aviones.

Los bolcheviques encontraron muy útil al 1er Ejército de Caballería cuando en noviembre de 1919, el Ejército Blanco hizo su último (e inútil) intento de recuperar Moscú y ganar la Guerra Civil. La caballería roja jugó un papel clave en la persecución y derrota de las tropas del General Denikin, que se intentaban retirar hacia el sur. Curiosamente, entre los derrotados por el 1er Ejército de Caballería estaban los jinetes de Mámontov, que habían llevado a cabo la famosa incursión ya mencionada.
Con rápidos ataques, el 1er Ejército de Caballería derrotó al enemigo, tomando una ciudad tras otra. El 7 de enero de 1920, uno de los centros clave del movimiento blanco en el sur de Rusia, Taganrog, fue tomado, y tres días después, Rostov del Don, también.

Fue en Rostov donde los caballeros rojos mostraron algunas de sus cualidades menos ilustres, a las que la propaganda soviética prefirió no referirse en años posteriores. Jekabs Peters, un representante de la Cheka (policía secreta) del 1er Ejército de Caballería, se presentó en Moscú: “El ejército de Budionni se está volviendo más disoluto cada día que pasa. Ha habido informes de robos, borracheras y la presencia de mujeres sospechosas en el cuartel “Para restablecer la disciplina en la 6ª División (del 1er Ejército de Caballería), las unidades exteriores del Ejército Rojo tuvieron que intervenir. Y algunos militares fueron ejecutados.

En medio de las fuertes heladas de febrero, la caballería de Budionni cubrió una distancia de más de 150 km a lo largo de la estepa y, en lo que se convertiría en la mayor batalla de caballería de la Guerra Civil (participaron hasta 25.000 efectivos de ambos bandos) cerca de la aldea de Yegorlíkskaia, no lejos de Rostov del Don, derrotó a la unidad ofensiva más importante del Ejército Blanco, la caballería del general Alexánder Pávlov.

El Primer Ejército de Caballería necesitó la mayor parte de los dos meses de primavera de 1920 para viajar desde el sur de Rusia hasta el centro de Ucrania, donde una ofensiva polaca estaba en pleno apogeo. Allí, una vez más se convirtió en un salvavidas para el mando soviético. Habiendo tomado las ciudades de Zhitómyr y Bérdichev, la caballería de Budionni apareció por sorpresa en la retaguardia del 3er Ejército Polaco del general Rydz-Śmigły, obligándolo a retirarse a principios de junio de la Kiev ocupada.

Sin embargo, los acontecimientos posteriores de la campaña polaca hicieron mella en el halo de invencibilidad del 1er Ejército de Caballería. Mientras cubría a las unidades del Ejército Rojo que se retiraban de Varsovia en agosto de 1920, fue derrotado por la caballería polaca cerca de Zamosc. Habiendo sufrido grandes pérdidas (que aún no se han hecho públicas), el Ejército Rojo de Caballería escapó milagrosamente del cerco y logró abrirse camino hacia el este. La retirada fue acompañada de pogromos contra los judíos y de crueldades cometidas entre la población local.

Sin embargo, el 1er Ejército de Caballería terminó su carrera militar con una nota positiva. Los jinetes de Budionni tomaron parte activa en la derrota de las tropas del General Wrangel que quedaban en Crimea y del Ejército Revolucionario Insurreccional de Ucrania de Nestor Majno. Cuando la resistencia al gobierno soviético en la parte europea de Rusia fue en general suprimida, el Kremlin decidió que el 1er Ejército de Caballería había cumplido su tarea. En mayo de 1921 fue disuelto.

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