A ver si me queda claro. Entonces, ¿Finlandia fue parte de Rusia?

Historia
BORIS EGOROV
A través de los siglos, rusos y finlandeses libraron muchas batallas, pero también compartieron momentos de paz mutua. Hoy en día, Finlandia es considerada uno de los mejores vecinos de Rusia.

Antes de que Finlandia cayera bajo el dominio ruso en 1809, había sido parte de Suecia durante más de seis siglos. Mientras los caballeros europeos luchaban por la liberación de Tierra Santa en el Medio Oriente, los cruzados suecos tomaron otra dirección para su expansión. La corona sueca emprendió tres grandes cruzadas en los siglos XII y XIII, que tuvieron como resultado la conquista de las tierras de las tribus finlandesas.

Aquí Suecia se encontró con otro gran adversario: la República de Nóvgorod, que tenía sus propios intereses en la región. Se sucedieron numerosas batallas entre los dos bandos, pero Estocolmo consiguió mantener el territorio finlandés como propio. Resultó que no era el momento de Rusia para anexarse Finlandia.

Durante la Gran Guerra del Norte (1700-1721) grandes partes de Finlandia fueron ocupadas por tropas rusas. Como resultado del conflicto, Suecia perdió su estatus de superpotencia, junto con vastas tierras en el Báltico oriental. Sin embargo, los suecos volvieron a conseguir mantener Finlandia bajo su control, excepto algunas partes de Carelia.

La guerra de Finlandia (1808-1809), conocida en Suecia como “la mayor catástrofe nacional en la larga historia del Estado sueco”, tuvo como resultado que el país perdiera Finlandia a manos del Imperio Ruso. Supuso para el país escandinavo la pérdida de una tercera parte de su territorio y una cuarta parte de su población total.

El emperador ruso Alejandro I tuvo de pronto entre sus manos una enorme región desconocida y habitada por una población protestante extranjera. No olvidó lo eficaces y agresivos que habían sido los finlandeses en la guerra de guerrillas durante el conflicto y decidió integrar cuidadosamente a Finlandia en Rusia. Con la Dieta de Porvoo, en la primavera-verano de 1809, se proclamó el Gran Principado autónomo de Finlandia. Los finlandeses nunca habían disfrutado de tal estatus bajo el dominio sueco. A los estados finlandeses se les permitió mantener su religión y sus derechos. El Instrumento de Gobierno Sueco de 1772 fue entonces confirmado como la constitución de Finlandia.

En 1811, Alejandro I entregó a Finlandia el territorio de la gobernación de Vyborg, situado en el istmo de Carelia. Con ello se instalaba una bomba de tiempo que explotó más de un siglo después, lo que dio lugar a varios conflictos brutales entre la Unión Soviética y Finlandia.

Al año siguiente, la capital del Gran Principado se trasladó de la ciudad finlandesa más importante, Åbo (Turku), a Helsinki. Estaba más cerca de San Petersburgo y por lo tanto sufría una menor influencia sueca.

En la segunda mitad del siglo XIX, se concedieron al Gran Principado finlandés importantes privilegios, como su propio sistema monetario (el marco finlandés) y su propio ejército. Sin embargo, pronto la política estatal de Rusia respecto de los finlandeses cambió completamente: se iniciaron importantes procesos de rusificación, el poder de las autoridades locales se limitó considerablemente y, en 1901, el ejército finlandés se disolvió, resultando absorbido por las fuerzas armadas del Imperio.

El descontento de los finlandeses con estos procesos llevó a se unieran a la Primera Revolución Rusa de 1905-1907, y el Emperador Nicolás II se vio obligado a realizar concesiones. En 1906, Finlandia se convirtió en el primer país de Europa en el que se concedió a las mujeres el derecho a votar y a ser elegidas para el recién formado parlamento. En los eventos deportivos mundiales, Finlandia participó independientemente de Rusia, bajo su propia bandera.

Poco después de la revolución bolchevique en Rusia, el parlamento finlandés proclamó la independencia y fue el gobierno de Lenin el primero en reconocerla. Sin embargo, esto no impidió que ambos países vivieran pronto un conflicto. La victoria de los finlandeses blancos sobre los finlandeses rojos (apoyados por la Rusia soviética) en la Guerra Civil finlandesa separó finalmente a los dos estados.

El último gran conflicto entre los dos países tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial, y fue el regalo del emperador Alejandro a los finlandeses tuvo mucho que ver. El motivo de la guerra fue el Istmo de Carelia con Vyborg, un punto clave de defensa de Leningrado (ahora San Petersburgo). Después de que la URSS lo ocupase durante la Guerra de Invierno, Finlandia se alió con Hitler para intentar recuperarlo, pero fracasó. Durante la posguerra, los líderes de ambos países decidieron dejar atrás los agravios del pasado y desarrollar una nueva cooperación. Como resultado, Finlandia se convirtió en uno de los mejores y más amigables vecinos de la Unión Soviética (y más tarde de Rusia).

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