Los alemanes apodaron a este modelo de tanque soviético ‘Mickey Mouse’

Historia
BORIS EGOROV
Normalmente es difícil encontrar algo gracioso en la historia de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a veces los soldados tenían que reírse (para mantener la moral alta).

1. El tanque que desató las risas entre los soldados de la Wehrmacht fue en realidad uno de los tanques soviéticos más exitosos de los años 30: el BT-7. Este tanque ligero y maniobrable era rápido (hasta 80 Km/h por carretera y 48 Km/h fuera de carretera) y estaba armado con un cañón de 45 mm y dos ametralladoras de 7,62 mm, lo necesario para luchar eficazmente contra la infantería enemiga y el equipo militar ligero.

2. Teniendo su bautizo de fuego en la batalla de Jasan contra el Ejército Imperial Japonés en 1938, el BT-7 pasó por todas las guerras y conflictos en los que participó la Unión Soviética a finales del decenio de 1930: la Batalla de Jaljin Gol, la llamada “campaña de liberación” en Polonia y la Guerra de Invierno contra Finlandia.

3. El mayor punto débil del BT-7 era su débil blindaje (de sólo 15-20 mm de grosor), que volvió al tanque obsoleto para enfrentarse a la invasión alemana de 1941. Como los BT-7 sucumbieron en gran número en la batalla abierta contra la Wehrmacht, se decidió usarlos en emboscadas. Allí, en pequeñas distancias, incluso sus anticuados cañones de 45 mm eran efectivos.

4. La torreta cónica del tanque y sus dos escotillas redondas en posición elevada recordaban a los soldados alemanes a un famoso personaje de dibujos animados de Walt Disney: Mickey Mouse. Y fue este apodo con el que el BT-7 (modelo 1937) fue conocido por la Wehrmacht.

5. Se construyeron más de 5.000 BT-7 en total, hasta que la producción se detuvo en 1940. El tanque sobrevivió a por la Segunda Guerra Mundial y terminó su servicio donde lo comenzó: en el Lejano Oriente. En 1945, estos tanques contribuyeron a la derrota del Ejército Kwantung y participaron en el desfile de la victoria en Jarbin.

6. Según los alemanes, había otro “Mickey Mouse” en el Ejército Rojo. Algunas versiones del famoso T-34 tenían también dos escotillas redondas en la torreta. Algunas tripulaciones de tanques soviéticos preferían mantenerlos en una posición elevada durante la batalla para una mejor ventilación y por temor a que se atascaran en el momento menos oportuno.

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