Los cinco libros más importantes de la propaganda soviética

Historia
ALEXANDRA GÚZEVA
Tuvieron tiradas inmensas y los protagonistas servía como ejemplo para los ciudadanos de la URSS.

La instituciones culturales de la URSS estaban totalmente subordinadas al Estado y eran ellas quienes decidían qué libros, películas y obras musicales veían la luz. Los escritores estaban obligados a dar a los ciudadanos los valores adecuados: amor al trabajo y a la patria, el heroísmo, el autosacrificio o la igualdad. Los que seguían la línea oficial tenían enorme tiradas. Presentamos algunos libros que tenían que leer todos los escolares de la URSS:

1. La madre, Maxim Gorki, 1906

Gorki era una auténtica superestrella en la URSS y ocupaba una posición especial en la sociedad. El Partido le dio una hermosa mansión en el centro de Moscú y le permitió pasar largos períodos en Italia para mejorar su salud. Era uno de los favoritos de Stalin, y en particular elogió la primera revolución de 1905.

La novela La madre se desarrolla a principios del siglo XX, años antes a la Revolución. Pável Vlasov, un joven obrero, forma un círculo secreto de camaradas afines que discuten la difícil situación de los trabajadores de las fábricas y hacen campaña por sus derechos. Aunque a la madre de Pável le preocupa que su hijo sea arrestado, está orgullosa de él. Cuando finalmente lo encarcelan la madre comienza a distribuir folletos ella misma. El final del libro es profundamente conmovedor; la policía arresta a la madre, pero ella continúa proclamando heroicamente los lemas de su hijo.

Gorki hace una comparación obvia entre Pável y Jesucristo, entre sus compañeros de armas y los apóstoles, y entre su madre y la Virgen María. Este tipo de analogías le venían bien al gobierno soviético, que negaba la existencia de Dios, pero creaba su propio culto con valores arraigados en el cristianismo, y con Lenin suplantando a Dios como objeto de culto. Los revolucionarios eran considerados héroes porque rechazaban la felicidad personal y la libertad para luchar por los intereses de los trabajadores. La novela fue adaptada muchas veces, tanto en pantalla como sobre el escenario, e incluso hay una ópera, que se representó en el Teatro Bolshói.

2. Así se templó el acero Nikolái Ostrovski 1930-1934

Esta novela autobiográfica describe la vida del ejemplar hombre soviético Pavka Korchaguin. Transcurre entre 1918-24, cuando el héroe llega a la mayoría de edad. A pesar de ser expulsado de la escuela se abre camino en el mundo, lucha en la guerra civil, se une al Komsomol (juventud comunista) y se convierte en un trabajador político ejemplar y miembro del Partido. Enamorado de una camarada del Partido, suprime el deseo de estar cerca de ella gracias a su voluntad. Trabaja duro y continúa con su deber incluso cuando ha contraído el tifus. El libro termina cuando Pavka tiene solo 24 años, pero parece haber tenido una vida larga.

“Lo más precioso que tiene una persona es la vida. Se da una sola vez y debe ser vivida para no sentir un dolor insoportable durante años pasados sin rumbo”. Esta frase de la novela ha entrado en el lenguaje común. Sin embargo, se perdió su significado principal, porque el autor estaba sugiriendo que la vida debería dedicarse a “la cosa más hermosa del mundo: la lucha por la liberación de la humanidad”.

El verdadero héroe de la novela es el propio autor, ya que Ostrovski la escribió estando gravemente enfermo y casi ciego. Incapaz de usar sus manos por largos períodos, dictó la mayor parte. El editor criticó inicialmente el manuscrito, pero la dirección del Partido intervino y el libro fue publicado.

Mientras existió la URSS se publicaron 36 millones de ejemplares de la novela, en varias ediciones; se tradujo a todos los idiomas de la Unión Soviética y se filmó muchas veces. El protagonista Pavka Korchaguin y el título de la propia novela son nombres muy conocidos.

En español está publicada por Akal. 

3. Campos roturados, Mijaíl Shólojov, 1930-1959

Shólojov ya era muy famoso gracias a su anterior trabajo, la novela épica sobre la guerra civil rusa titulada El Don apacible. En Campos roturados, el escritor describe la colectivización en la región del Don casi en tiempo real: cómo aparecieron las granjas colectivas, cómo los campesinos fueron forzados a entrar en ellas, cómo los kulaks fueron desposeídos, cómo se apropiaron del ganado y del grano.

Inicialmente la novela se llamó Por sudor y sangre, reflejando lo difícil que era llevar a la gente a las granjas colectivas y forzarlos a trabajar por el “bien común”. Shólojov muestra el dilema al que se enfrenta la gente corriente que “ama a Stalin y apoya al régimen soviético”, pero que se indigna por las acciones de las autoridades locales. También describe la fuerte impresión que causó en el campesinado el artículo de Stalin titulado "Mareado por el éxito", en el que el líder soviético da instrucciones a los funcionarios locales para que no vayan demasiado lejos y para que no se produzca la colectivización por la fuerza.

La novela está desprovista de torpes intentos de representar como héroes a todos los trabajadores políticos soviéticos y a los miembros del Partido. Son gente común, indecisa y llena de dudas. Sin embargo, hay un “villano” claro, un antiguo guardia blanco (partidario del zar) que incita al pueblo a la rebelión y la desobediencia. Es él quien finalmente mata a los personajes por los que el lector siente más empatía.

Aquí puede encontrar más información en español sobre esta novela. 

4. Vasily Terkin, Alexander Tvardovski, 1945

Vasili Terkin es un poema sobre las penurias de la vida en el frente, que recuerda a las épicas populares y a los cuentos de hadas rusos. Tvardovski fue corresponsal de guerra en la Segunda Guerra Mundial y la obra describe muchas escenas que él presenció personalmente. El héroe es como un personaje prototípico: alegre y alborotador, también es un soldado modelo y héroe de la Segunda Guerra Mundial. Es una imagen que se convirtió en estándar en el cine soviético.

Aunque el Partido aprobó el poema, el texto fue acortado y considerado insuficientemente ideológico y demasiado pesimista. Recibió grandes aclamaciones, pero curiosamente Tvardovski no mencionó ni al Partido ni a Stalin (impensable para las obras militares que popularizaron el principal eslogan propagandístico “¡Por la patria, por Stalin!”).

En 1954 Tvardovski escribió una segunda parte titulada Terkin en el más allá, pero no pasó la censura debido a su evidente antiestalinismo. Por otra parte, fue utilizado durante la desacreditación del culto a la personalidad de Stalin y tuvo un éxito tremendo, como la primera parte, cuando finalmente se publicó en 1963.

5. La joven guardia Alexander Fadéiev, 1946

Alexánder Fadéiev dirigió la Unión de Escritores de la URSS durante muchos años como uno de los principales ideólogos y propagandistas literarios del país. Fue él  quien censuró y confiscó manuscritos de novelas. También intimidó y prohibió a escritores como Mijaíl Zóshchenko, Anna Ajmátova y Andréi Platónov.

Su novela más famosa fue La guardia joven, se basa en hechos reales y cuenta las actividades de la organización juvenil clandestina y antifascista, la Guardia Joven, durante la Segunda Guerra Mundial. En la historia un grupo de jóvenes partisanos lucha contra los alemanes por su cuenta pero finalmente son capturados. Aunque no traicionan a sus camaradas ni siquiera bajo tortura.

La novela fue reconocida como una obra ejemplar de literatura infantil e incluida en el plan de estudios de la escuela obligatoria. Se publicaron un total de 26 millones de copias.

Ha sido publicada en español por la editorial Tiempo de cerezas.