Richard Nixon, que fuera 37º presidente de EE UU, visitó la Unión Soviética en 1959. Algunos rusos de la pequeña ciudad minera de Degtyarsk todavía lo recuerdan. Pero ¿hubo otro viaje anterior, secreto, que allanó el camino para la visita oficial?
Viaje a la URSS
Según el autor del libro Nixon: A Life, (Nixon: una vida) Jonathan Aitken, el viaje a la URSS cuando era vicepresidente fue uno de los que más impactó en su pensamiento estratégico. El objetivo oficial de la visita era “llevar una representación de alto nivel de los EE UU a la primera exposición comercial del país que se celebraba en Moscú”. Había “pocas expectativas para la misión en lo que se refiere a cuestiones de fondo”, pero aparentemente Nixon pensaba de forma diferente y pasó seis meses preparando el viaje, fue a clases de ruso, se reunió con expertos y estudió cuestiones relevantes.
John A. Farrell, el autor de otra biografía, Richard Nixon: The Life (Richard Nixon: la vida), afirma que le informaron y pusieron al día sobre 132 temas, pero el futuro presidente dijo algo como que “todas las sesiones informativas del mundo no podrían haberme preparado para la inesperada e impredecible conducta de Jrushchov”.
Por ejemplo, durante su primera reunión, el líder soviético comparó con “mierda de caballo” la resolución del Congreso estadounidense sobre la liberación de Europa Oriental . “La gente no debe ir al baño donde come. La mierda fresca apesta”, dijo Jrushchov. “¡Esta resolución apesta! ¡Apesta a mierda de caballo fresca y nada huele peor que eso!” ¿Qué podría responder Nixon? Comentó que la mierda de cerdo huele aún peor que eso.
Tras su llegada a Moscú y su discusión sobre con el líder soviético, Nixon visitó Leningrado, Novosibirsk y los centros industriales de los Urales de Sverdlovsk (hoy Ekaterimburgo) y Degtiarsk. Acompañado por su esposa Patricia y Milton S. Eisenhower (hermano del presidente), Nixon visitó la planta de producción de maquinaria pesada de Uralmash, la planta de tuberías nuevas de Pervouralsk, la frontera de Europa y Asia y la mina de cobre de Degtiarski.
¿Infancia en Degtiarsk?
Supuestamente el viaje a Degtiarsk fue una parada inesperada en la ruta de Nixon. Aquí es donde comienza la leyenda, ya que algunos sugieren que fue el vicepresidente insistió personalmente en visitar la ciudad y posteriormente relató una historia sobre cómo estuvo allí durante su adolescencia y sobre cómo jugaba al fútbol con los chicos del lugar. Incluso se dice que Nixon recuerda el nombre de la montaña cercana, Labaz-kamen.
Aunque no hay información al respecto en los medios de comunicación estadounidenses, algunas fuentes rusas, entre ellas el portal oficial de información de Ekaterimburgo, sostienen que entre 1925-1930 los padres de Nixon trabajaron allí para la empresa Lena Goldfields, que modernizó las minas locales. Nixon tenía 12 años entonces y, al parecer, estuvo allí con ellos.
Algunos ancianos del lugar afirmaron que recordaban a un niño pelirrojo llamado Richard, cuyos padres trabajaban en la mina. Sin embargo no existe ninguna prueba y los representantes del Archivo de la Biblioteca y Museo Presidencial de EE UU niegan tener conocimiento alguno.
Sea un mito o no, el viaje posterior de Nixon como vicepresidente sigue siendo real y se convirtió en el primer político occidental que se comunicó abiertamente con los ciudadanos soviéticos durante su viaje. El 1 de agosto habló en la radio y la televisión soviéticas, haciendo un llamamiento para ampliar la cooperación entre ambos países.
“Al irme de su país, nunca olvidaré lo que ocurrió mientras iba en coche por los hermosos montes Urales”, dijo en su discurso. “Un grupo de niños que estaban al borde de la carretera nos arrojó flores silvestres y gritó en inglés ‘friendship’ (amistad). Zhúkov (Yuri Zhúkov, presidente del Comité Estatal de Relaciones Culturales) me dijo que la primera palabra que se enseña a los niños que estudian inglés es ‘amistad’. No podría haber una expresión más elocuente de la actitud del pueblo soviético, una actitud que compartimos”.
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