En la década de 1930, los monumentos a Stalin eran parte imprescindible del paisaje urbano en ciudades, pueblos o aldeas soviéticas. Se levantaron miles de ellos por todo el país, en las estaciones, parques y plazas centrales. Sin embargo, en el 20° Congreso del Partido Comunista de 1956, se denunció el culto a la personalidad de Stalin y se inició el proceso de desestalinización, por lo cual, los monumentos al dirigente quedaron condenados. En cuestión de unos pocos años, casi todos fueron destruidos y borrados de la memoria.
Vladímir Sheliapin
Las estatuas de Stalin a menudo se colocaban cerca de las de Lenin. Se hicieron numerosas copias del monumento Lenin y Stalin en Gorki, que representa a los dos líderes comunistas sentados en un banco y hablando entre sí. Stalin adoraba este monumento.
Cuando comenzó el proceso de desestalinización, quitaron la figura de Stalin que formaba parte del monumento. Pero el resultado final era demasiado extraño: Lenin sentado en una postura ridícula y hablando solo. Entonces, se decidió quitar también la estatua de Lenin.
El monumento de Stalin más popular y más copiado se encontraba en el canal de Moscú. Se convirtió en el modelo para muchas estatuas del líder comunista erigidas por todo el país.
El monumento a Stalin que se situaba en el parque VDNJ (Centro Panruso de Exposiciones) en Moscú a menudo salía en películas soviéticas. Después de la desestalinización, la imagen del monumento se eliminó de algunas de ellas.
Foto de archivo
Durante la Gran Guerra Patria (1941-1945) casi todos los monumentos de Stalin en los territorios ocupados por los nazis fueron destruidos por los alemanes. Pero cuando la guerra terminó, fueron restaurados.
El culto a la personalidad de Stalin estaba en su apogeo justo después de la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de los monumentos se levantaron en este momento.
Foto de archivo
Además de Lenin, Stalin se representaba a menudo en compañía del escritor soviético Maxim Gorki o del mariscal Kliment Voroshílov.
El monumento más grande a Stalin (24 metros de altura) se encontraba en Stalingrado (Volgogrado) en la entrada al canal Volga-Don. Desmantelado en 1962, fue reemplazado por un monumento a Lenin de 27 metros, que sigue siendo uno de los monumentos más altos del mundo en actualidad.
Fuera de la URSS, se erigieron enormes monumentos (y pequeñas esculturas) a Stalin en Alemania, Hungría, Checoslovaquia, China y EE UU.
Szent-tamási Mihály/Wikipedia
Jon's pics
El monumento más grande a Stalin fuera de la Unión Soviética estaba ubicado en Praga. Medía 15,5 metros de alto y 22 metros de largo, y en su momento también fue la estatua que representaba a varias personas más grande de Europa. El monumento existió durante solo siete años y fue demolido en 1962.
Maxim Blinov / Sputnik
Hoy en día, no quedan grandes monumentos a Stalin en Rusia. Aun así, algunas de las viejas estatuas y bustos pequeños han sido encontrados y restaurados por entusiastas locales. En su mayoría pertenecen a los museos o se encuentran en colecciones privadas.
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