Tras el comienzo de la Operación Barbarroja el 22 de junio de 1941, los guardias de fronteras soviéticos fueron los primeros en sufrir el Blitzkrieg de las tropas alemanas. La Wehrmacht había planeado acabar con los guardias de fronteras soviéticos en tan solo 30 minutos, aunque la mayoría pudo resistir durante días, lo que permitió que otras unidades de Ejército Rojo se prepararan mejor para luchar.
El 2 de julio de 1941 todos los guardias de fronteras del frente soviético-alemán estaban involucrados en proteger la retaguardia de los ejércitos soviéticos. A medida que el Ejército Rojo avanzaba hacia el este e iba liberando el territorio del país, las Tropas Fronterizas tomaron bajo control las fronteras.
Tras la conferencia de Teherán, tuvo lugar un torneo de fútbol en honor del Sah Mohammad Reza Pahlaví en la capital de Irán. La URSS estuvo representada por el equipo del 131º Regimiento de Rifles de las Tropas Fronterizas. En la final se encontraron con los profesionales británicos del Arsenal FC y consiguieron ganar por 1-0, llevándose así la copa a la URSS.
Las Tropas Fronterizas cuentan con sus propios héroes, el más conocido en Nikita Karatsupa. Durante más de 20 años de servicio consiguió atrapar 338 personas que trataban de cruzar la frontera y eliminó a 129 espías y saboteadores. Mientras trabajaba en Vietnam del Norte, entre 1957 y 1961, como miembro de una misión militar soviética, contribuyó al desarrollo de las tropas de frontera en el país asiático.
Hasta los años 60 tenían que llevar palomas mensajeras. Cada unidad que fuera en una misión de patrullaje tenía que llevar consigo dos palomas para una posible comunicación de emergencia.
La primera prueba seria para las Tropas Fronterizas soviéticas tras la Segunda Guerra Mundial fue un encontronazo con tropas chinas por la isla Damanski (se llama actualmente Zhenbao) en 1969. Como resultado de la lucha con un enemigo superior, la parte soviética perdió 58 hombres. Todavía sigue clasificada la información acerca de las bajas chinas, pero se estima que fueron varios centenares.
Tras la entrada en Afganistán del Ejército Soviético en 1979, el Kremlin entendió la necesidad de fortalecer la frontera entre ambos países, de 1.500 km. No solo se tomó la decisión de aumentar las tropas en la parte soviética sino que también se enviaron unidades de guaridas de frontera a Afganistán, donde protegieron convoyes y el tráfico, e incluso participaron en operaciones regulares contra los muyahidines.
Las Tropas de Frontera rusas no solo protegen las fronteras del país sino que también sirven en otros países extranjeros, a petición de sus gobiernos. Entre 1992 y 2005, por ejemplo, estuvieron en Tayikistán. Actualmente varios buques patrulleros rusos ayudan a proteger las fronteras de Abjasia, y más de 4.500 guardias vigilan las fronteras armenias con Turquía e Irán.
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