3 secuestros aéreos que conmocionaron a Rusia

Algunos de estos crímenea realizados en la URSS y Rusia terminaron en un baño de sangre.

Algunos de estos crímenea realizados en la URSS y Rusia terminaron en un baño de sangre.

Vitali Ivanov/TASS
La historia rusa de secuestros aéreos incluye sucesos dispares (pero mortíferos) que incluyen el caso de unos "partisanos" antisoviéticos de Lituania, una familia de músicos y emigrantes potenciales, y el de combatientes chechenos.

1. Padre e hijo secuestradores

Pranas Brazinskas, lituano, y su hijo de 13 años, Algirdas, fueron los primeros que consiguieron secuestrar un avión en la URSS. Fue en octubre de 1970.

El vuelo 244 de la Aeroflot, un avión Antónov An-24 con 46 pasajeros a bordo, viajaba de Sujumi (una ciudad costera del Mar Negro) a Krasnodar, en el sur de Rusia. Un hombre con un uniforme militar soviético sentado cerca de la cabina de pilotaje entregó a una aeromoza una nota exigiendo que los pilotos redirigieran el vuelo a Turquía. "Si no obedeces, morirás", decía la nota. Para demostrar que hablaba en serio, el hombre blandió una escopeta.

Los Brazinskas presentaron su caso como político, pero el padre había sido condenado en la URSS por crímenes financieros.

La azafata de 19 años, Nadiezhda Kúrchenko, primero trató de razonar con los secuestradores pero luego, tras gritar "¡Nos atacan!”, Pranas Brazinskas le disparó matándola (luego alegó que había sido asesinada por agentes del KGB disfrazados). Los dos secuestradores ordenaron a los pasajeros que no se movieran o detonarían una granada. Se apresuraron hacia la cabina, dispararon a la tripulación e hirieron gravemente al piloto y al navegante. A pesar de las heridas recibidas, los tripulantes lograron aterrizar en Turquía.

Sobre el terreno, los secuestradores se rindieron rápidamente a las fuerzas de seguridad turcas. Brazinskas intentó presentar su caso y el de su hijo como un caso político, argumentando que habían secuestrado el vuelo 244 porque el padre se enfrentaba a la muerte como miembro de un movimiento de resistencia lituano.

Los Brazinskas secuestraron un avión Antonov An-24 con 46 pasajeros a bordo.

De hecho, era cierto que Pranas Brazinskas había estado vinculado a un grupo clandestino de partisanos antisoviéticos en Lituania, pero había abandonado la causa después de que el grupo matase por error a su padre. También había sido condenado y sentenciado por las autoridades soviéticas por robo y delitos financieros. En Turquía, fue condenado a ocho años de prisión por el secuestro, pero se le concedió una amnistía pocos años después; Algirdas Brazinskas, menor de edad, fue condenado a dos años.

Al padre y al hijo finalmente se les permitió trasladarse a los Estados Unidos. En 2002, volvieron a ser noticia cuando Pranas Brazinskas fue asesinado por Algirdas en su casa de California. El hijo, que fue condenado por asesinato y sentenciado a prisión, afirmó que su padre se había vuelto insoportable tras volverse paranoico por miedo a que el KGB le estuviese siguiendo.

2. Una banda de jazz de secuestradores

Otro secuestro soviético también involucró a parientes, aunque de una familia más grande y con un resultado más sangriento. En marzo de 1988, los Ovechkin, conocidos en la URSS como músicos, intentaron hacerse con un avión y huir del país.

Los Ovechkin habían formado un septeto de jazz, “Los Siete Simeones”, entre los 11 hijos de la familia. La banda ganó premios y fama, por lo que pronto hizo su primer viaje al extranjero. El encuentro con un estilo de vida diferente llevó a la madre viuda de los Ovechkin, Nina (también conocida como Ninel), de 51 años, y a sus hijos mayores (de unos 20 años) a contemplar la vida como emigrantes.

Miembros de la banda de jazz amateur de los hermanos Ovechkin en las calles de su ciudad natal.

El 8 de marzo, Nina Ovechkina y todos menos uno de sus hijos abordaron el vuelo de Aeroflot 3739, un avión Túpolev Tu-154 que debía realizar la ruta desde la ciudad siberiana de Irkutsk a Leningrado (ahora San Petersburgo). Los hermanos habían escondido escopetas y bombas caseras dentro de los instrumentos musicales que llevaba el grupo a bordo.

En medio del vuelo, la tripulación recibió una nota exigiendo que el avión fuera desviado a Londres o sería volado en el aire. Sin embargo, no había suficiente combustible, por lo que el avión aterrizó en un aeródromo militar cerca de la frontera de la URSS con Finlandia.

Algunos de los hermanos Ovechkin comenzaron entonces a disparar, matando a una azafata. Se negaron a liberar a los pasajeros y no negociaron con las autoridades. Cuando tropas del ministerio soviético del interior irrumpieron en el avión, uno de los hermanos mayores lanzó una bomba, que lo mató y desató un incendio. Tres pasajeros murieron por inhalación de humo a causa del fuego.

Los hermanos Ovechkin ensayando un Dixiland.

Ovechkina ordenó a uno de sus hijos, Vasili, que la matara a ella y a los hermanos mayores. Vasili mató a tres de ellos antes de hacer lo mismo con su madre y suicidarse. Otro hijo, Ígor, de 17 años, se escondió en un baño, salvándose la vida. Ígor y su hermana Olga, de 28 años, fueron condenados a ocho y seis años de prisión, respectivamente. Los otros niños Ovechkin eran menores de edad.

3. Comandos saudíes asaltan un avión ruso

En la Rusia postsoviética, el secuestro más destacado tuvo lugar en marzo de 2001, cuando un trío de chechenos tomó el control de un Tu-154 de Vnúkovo Airlines que transportaba 160 pasajeros de Estambul a Moscú.

Después del despegue, los tres hombres comenzaron a amenazar con detonar una bomba a menos que el avión cambiara de rumbo hacia Arabia Saudí o los Emiratos Árabes Unidos. Los secuestradores, cargando cuchillos, intentaron entrar en la cabina. Tuvo lugar una lucha y el avión cayó varios miles de metros. El aparato consiguió aterrizar en el aeropuerto de Medina, Arabia Saudita. Los secuestradores exigieron que Rusia retirara su ejército de la república de Chechenia.

Los rehenes liberados del avión ruso secuestrado lloran al llegar al aeropuerto de Moscú desde Arabia Saudí.

En Medina, las fuerzas de seguridad saudíes irrumpieron en el avión. Tres personas resultaron muertas: una aeromoza, un pasajero turco y uno de los secuestradores.

Los medios de comunicación rusos reportaron que mientras el Tu-154 estaba en Medina durante la noche, el presidente Vladímir Putin contactó con el capitán del avión y le pidió que no accediera a las demandas de los secuestradores de volar a Afganistán o Pakistán. El Kremlin aprobó la operación antiterrorista del comando saudí.

Mira estas impresionantes fotografías de aviones rusos tomadas desde el aire.

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