Entró en vigor el 25 de diciembre y acabó definitivamente con las formas de gobierno de la URSS. En aquel momento era presidente Borís Yeltsin, que en ese mismo año se enfrentó a una violenta crisis constitucional.
El 54,8% de los participantes en el referéndum constitucional lo hicieron a favor. Remplazó a la constitución de la República Socialista Federativa de Rusia de 1978, que ya había sido cambiara en 1992 para reconocer la soberanía de Rusia.