Unidad de artillería soviética dirigiéndose hacia el frente en el istmo de Carelia, marzo de 1940.
N. Smirnov/TASSLa Guerra de Invierno fue el primer conflicto donde las ametralladoras fueron ampliamente utilizadas y ganaron gran popularidad. Las tropas de esquí finlandesas surgían por sorpresa de los bosques, destrozando columnas enemigas con el fuego devastador de sus ametralladoras Suomi KP/-31 y desaparecían al instante.
Tropas del Ejército Rojo asaltan un fuerte finés en el bosque, 1939.
Dominio públicoDesconcertados por su eficacia, la dirección soviética comenzó a armar a marchas forzadas a sus tropas con la primera ametralladora soviética, la PPD-40 con un cargador redondo de 71 disparos. La actitud había cambiado, ya que antes de la guerra esta ametralladora había sido subestimada y considerada por los soviéticos como un arma auxiliar o arma para operaciones policiales.
La famosa arma incendiaria improvisada conocida como cóctel Mólotov fue utilizada con éxito por los finlandeses contra los tanques de la URSS y también se convirtió en un elemento permanente en conflictos posteriores y movimientos de protesta.
Según la leyenda, el ministro de Asuntos Exteriores soviético Viacheslav Mólotov solía decir en sus discursos que la Fuerza Aérea soviética no bombardeaba Helsinki, sino que arrojaba alimentos sobre los hambrientos fineses. Los finlandeses comenzaron a llamar a la bomba RRAB-3 soviética la “canasta de pan Mólotov”, ya que tenía 60 pequeñas bombas incendiarias. Por analogía, el Ejército finlandés comenzó a llamar a sus botellas con líquidos incendiarios “cócteles Mólotov”.
Soldado finés con cóctel Mólotov.
Dominio públicoSegún otra versión, el arma inicialmente recibió el nombre de “cóctel para Mólotov”, ya que el ministro de Asuntos Exteriores soviético dijo el primer día de la guerra que iba a almorzar en Helsinki al día siguiente.
Aunque los francotiradores fueron utilizados activamente durante la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil Española, la Guerra de Invierno se convirtió en un escenario inmejorable para ellos. Los francotiradores finlandeses fueron la verdadero némesis para las tropas soviéticas. Eran especialmente efectivos cuando las tropas finlandesas usaban la táctica de Motti, que implicaba emboscar y dividir columnas enemigas numéricamente superiores y luego aniquilar sistemáticamente a los destacamentos aislados de tropas soviéticas.
Al acabar con oficiales, conductores y señalizadores, los francotiradores finlandeses detenían las columnas y las convirtieron en presas fáciles. Especialmente peligrosos fueron los llamados “cucos”, francotiradores camuflados en árboles.
El francotirador más célebre de la guerra, Simo Häyhä, fue acreditado con 259 muertes confirmadas y 505 sin confirmar.
Simo Häyhä.
Dominio públicoDurante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, el Reino Unido y Francia consideraron que la URSS era un aliado de la Alemania nazi, y pensaron que la guerra con la Unión Soviética era inevitable. Durante la Guerra de Invierno, apoyaron a los finlandeses con municiones, armas y voluntarios.
Cuando el Ejército soviético rompió la resistencia del Ejército finlandés a finales de febrero, los aliados comenzaron a prepararse para la guerra contra la URSS. El 5 de febrero de 1940, los Aliados decidieron pedir a Suecia y Noruega que permitieran el paso de un cuerpo expedicionario a través de su territorio. A pesar de estar bajo presión, los países escandinavos se negaron.
El primer ministro francés Édouard Daladieranunció el 2 de marzo que su país estaba listo para enviar 50.000 soldados y 100 bombarderos a Finlandia. El Reino Unido acordó enviar 50 bombarderos. Pero el Tratado de Paz de Moscú entre la URSS y Finlandia se firmó el 12 de marzo, y estos planes no llegaron a realizarse.
La victoria sobre Finlandia no fue tan fácil como todo el mundo en Europa y el liderazgo soviético esperaban. Después de tres meses de enfrentamientos feroces, un elevado número de bajas (más de 126.000 soviéticos vs 25.000 finlandeses), más el fracaso total en imponer el socialismo a Finlandia, dañaron seriamente el prestigio militar soviético.
Comandante de un batallón instruye a sus soldados antes de entrar en combate, el istmo de Carelia, febrero de 1940.
Dominio públicoEl Ejército de la URSS fue considerado débil ya que no pudo vencer a las tropas finlandesas numéricamente inferiores, y Hitler lo calificó como "un coloso de arcilla sin cabeza". La pobre actuación soviética durante la Guerra de Invierno fue una de las razones por las que decidió lanzar la Operación Barbarroja en 1941.
Sin embargo, el liderazgo soviético aprendió en la Guerra de Invierno algunas lecciones difíciles. Antes de la invasión alemana, las tropas soviéticas se modernizaban en términos de interacción entre diferentes tipos de tropas, eficacia de los suministros, organización, logística, etc.
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