Cómo curar la ‘mototoxicosis’

Estilo de vida
NIKOLÁI LITOVKIN, ANASTASÍA KARAGÓDINA, YULIA RÍBINA
La ‘mototoxicosis’ es una enfermedad que afecta a los motoristas rusos. Está causada por los efectos nocivos de la nieve, el hielo y las bajas temperaturas, pero sobre todo por la imposibilidad de sacar la moto a la calle. Si tú mismo o alguien que conoces padece esta dolencia, sigue leyendo.

El invierno en Rusia está dejando paso a la tan esperada temporada del motor (tradicionalmente de mediados de abril a principios de octubre). Para los motoristas rusos que sufren “mototoxicosis”, no hay snowboard, esquí o patinaje que pueda compensar la falta de adrenalina en su torrente sanguíneo.

Pero muchos motoristas rusos prefieren no separarse de su otra mitad en invierno. Quizá no puedan montarla, pero sí admirarla.

Margo Pankrátova: Hay dos razones para mantener mi moto dentro del apartamento. En primer lugar, a mi hija le encanta verla. En segundo lugar, el frío aguanieve del garaje tiene un efecto perjudicial. Al fin y al cabo, un día puede que tenga que venderla. Así que en invierno prefiero tenerla a mi lado.

Nikolái Kondratiev: Es más cómodo reparar la moto en invierno si estás en casa. No hace falta ir corriendo al taller todo el rato. Puedes relajarte después del trabajo haciendo lo que te gusta.

Ekaterina Arjípova: Siempre que veía una foto de una moto en un salón, soñaba con que algún día yo tendría lo mismo. Durante mi primer “motoinvierno”, unos amigos me ayudaron a subir la moto al segundo piso sobre tablas. Los vecinos sonreían de curiosidad. Ahora, siempre que tengo invitados, les encanta ver una moto en mi apartamento.

Alexánder Nikoláievich: Si tienes espacio suficiente en tu apartamento, ¿por qué no experimentar? Una moto crea su propio ambiente. Ahora ya no tengo que ir al garaje a preparar mi moto para la temporada de motor.

Andréi Guliáyev: Tengo una de mis motos en mi escuela de inglés. Atrae a todo el mundo. Los alumnos se hacen fotos junto a ella. A veces piden sentarse en el sillín y girar el manillar.

Antón Ilyín: Una de las habitaciones de mi apartamento se llama “garaje”. Allí es donde voy a relajarme después del trabajo y a reparar mi moto. Así es más fácil sobrellevar la “motoxicosis” y no volverse loco esperando el verano.

Gennadi Polivoda: Tuve que vaciar todos los líquidos para no respirar los humos, eso es todo. Ahorras dinero en revisiones, aparcamientos, etc., y puedes vigilar tu coche. Sabes que está a salvo.

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