Cuando el ‘jiu-jitsu’ japonés se transformó en un arte marcial soviético

Estilo de vida
NIKOLÁI SHEVCHENKO

El ‘jiu-jitsu’ japonés se transformó en un arte marcial soviético único y letal llamado ‘Sambo’, abreviatura de "samozashchita bez oruzhiya", que significa ‘defensa personal sin armas’.

El nuevo arte marcial fue desarrollado en la URSS en la década de 1920 por dos hombres independientes entre sí llamados Vasili Oshchepkov y Viktor Spiridonov.

Oshchepkov era un estudiante de judo que viajó a Japón para aprender con el propio Jigoro Kano, creador del judo. Con el tiempo se convirtió en uno de los practicantes de judo no japonés de más alto rango del mundo. Spiridonov era un veterano herido de la Primera Guerra Mundial que desarrolló su propio estilo de arte marcial basado en el jiu-jitsu japonés.

Sus estilos de lucha, similares pero opuestos, se fusionaron para crear el arte marcial soviético único que hoy se conoce como Sambo. Las dos versiones del Sambo eran diferentes. El sistema de Spiridonov pretendía enseñar a los alumnos a infligir el máximo daño al enemigo para incapacitarlo al instante. El pasado militar de Spiridonov explicaba la aparente crueldad del método.

Poco a poco, el Sambo se dividió oficialmente en una versión de combate y otra deportiva. Con el tiempo, la popularidad del Sambo creció exponencialmente y el arte marcial soviético se extendió internacionalmente.

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