Liubov Nikoláievna Morejódova nació el 16 de mayo de 1941 en el Baikal y ahora vive entre dos aldeas: Sarma y Kurma, en el distrito de Oljón (en la región de Irkutsk), según informa el diario local Irk.ru.
Su padre le hizo sus primeros patines de sierra y madera, los ató a unas botas de fieltro y le enseñó a patinar. Liuba tenía entonces unos seis años y tenía que recorrer varios kilómetros para ir a la escuela. Había nueve niños en la familia, y los padres intentaron enseñarles a todos a patinar, para que al menos en invierno pudieran llegar a la escuela antes.
Liubov Morejódova recuerda un accidente suyo: una vez se cayó al agua quedándose atrapada en el hielo y se salvó por los pelos. Pero en otras ocasiones tuvo que salvar a otros niños.
Después de terminar la escuela, Liuba no abandonó el patinaje. Solía ir a Baikal desde Irkutsk, donde estudiaba y trabajaba, con sus padres . Le gustaba ir patinando desde la parada del autobús hasta la casa de sus padres.
La mujer trabajó en la planta de Kúibishev, en Irkutsk, como soldadora, tornera y después como tecnóloga jefe. En 2010, junto con su marido, se trasladó a vivir a su casa familiar en el lago Baikal. Su marido murió en 2011, y desde entonces Liubov vive sola. Su hija y sus nietos la visitan periódicamente.
Natalia Fedosenko/TASS
Hoy en día, patinar sobre hielo para Liuba no es solo un entretenimiento: por el hielo recorre unos cuantos kilómetros para buscar a sus ocho vacas. Atravesar esas distancias caminando no es una opción para la mujer.
A pesar de su edad, Liubov saca agua del pozo del lago, corta leña, vigila a las vacas y las gallinas. Su jornada empieza temprano, a las seis de la mañana.
El pueblo más cercano a la granja está a 4 km. Las provisiones las traen conocidos y parientes. En su tiempo libre Liubov borda cuadros.
Se hizo famosa en 2018, después de que apareciera en Internet un vídeo suyo en el que se la ve patinando sobre el hielo del lago Baikal. Entonces empezaron a visitarla periodistas y le dieron el apodo de “Baba Liuba” (abuela Liuba).
Pese a que Yevgueni Plúshchenko (campeón olímpico en patinaje artístico) le regaló a Baba Liuba unos patines modernos y chulísimos, la mujer sigue usando unos llamados “noruegos” y fabricados en 1945. Dice que solo necesitan que los afilen de vez en cuando. La mujer ata las cuchillas directamente a los válenki (botas de fieltro de invierno).
Natalia Fedosenko/TASS
En 2018, Liubov Morejódova compitió casualmente con patinadores de velocidad profesionales. Eligió la carrera de 500 metros, pero dice que se arrepiente de no haber elegido la de 5 km. Le concedieron una medalla por participar.
Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
LEE MÁS: Cómo es vivir en la Blagovéshchensk, ciudad rusa en la frontera con China